El pipican -urinario para perros- instalado en el parque Centro de Alcalá de Guadaíra tiene en pie de guerra a un grupo de vecinos de la calle Juez Pérez Díaz, que ayer manifestaron sus quejas por el mal olor que llega hasta sus viviendas y por las moscas que se acumulan en el entorno. "No podemos ni abrir la ventana porque el olor es nauseabundo", se lamentó Conchi García, que vive justo frente a esta zona verde. "En el parque juegan muchos niños y hemos visto a algunos sacar la pelota del pipican", continuó.
Pero estas críticas están provocando una división entre otros vecinos: los numerosos dueños de mascotas del entorno, quienes se preguntan que si lo quitan adónde llevarán a sus mascotas a hacer sus necesidades. "Somos muchos vecinos los que tenemos perro y deberían dejar este espacio para ellos, como tienen otros parques", apuntó en este sentido Norma González. "Quieren que seas responsable con tu mascota, pero ahora nos quieren quitar los espacios para que hagan sus necesidades", apostilló esta mujer, que, como hacen otros muchos vecinos del barrio, saca a su perra Kika por este parque y usa el pipican con el que cuentan desde hace un año.
"Parecemos delincuentes porque los demás pasan despacito, mirando, para ver si estás haciendo algo", agregó Pepi García, dueña también de un perro.
La mayor parte de los usuarios del parque con perros lo emplean, si bien hay un 30% que sigue dejando que sus animales utilicen cualquier lugar de la zona verde para hacer sus deposiciones.
El concejal de Medio Ambiente, Salvador Escudero, explicó que se construyó precisamente a raíz de una petición de la Federación de Asociaciones de Vecinos. "Incluso buscamos el lugar que menos pudiera molestar a los vecinos", aseguró. Tras las quejas, el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra buscará una solución.
