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El piso tenía la madrugada del crimen un "fuerte olor a lejía"

el 02 feb 2011 / 10:46 h.

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A las cinco de la mañana, en el piso de León XIII, “había un fuerte olor a lejía”. Así lo ratificó ayer en la sexta jornada del juicio contra el Cuco la madre de la mejor amiga de Marta del Castillo. Susana García entró en la vivienda de Miguel Carcaño a las pocas horas del crimen y estuvo en el salón hablando con él y su hermano, Javier Delgado. Ella explicó en la vista que todo estaba “recogido” y muy limpio, pese a que los amigos de la joven le dijeron que solía estar revuelto.

Ella fue uno de los nueve testigos que desfilaron ayer por la sala, todos ellos amigos de la pandilla de Marta que estuvieron con la joven la tarde del 24 de enero y que de madrugada ayudaron a Antonio del Castillo con la búsqueda. Susana entró en el piso para hablar con Miguel, ya que fue el último que vio a Marta. En el salón del piso, éste le explicó que había dejado a la chica en su casa a eso de las 21.30 horas y que no había vuelto a verla. En ese momento, salió Javier e interrumpió a su hermano y le dijo que Marta había estado en el piso, pero tras recoger unos CD se marchó. Sin embargo, según contó Susana, una hora antes le había dicho por teléfono “que no conocía a Marta de nada”. Una contradicción que a ella le hizo ponerse “en lo peor” y que relató a la Policía, ya que ella acompañó al padre de Marta a la comisaría a poner la denuncia.

Además de Susana, en el juicio declararon ocho amigos de la joven que participaron en su búsqueda esa noche. Uno de ellos relató que a la 1.30 horas llamó al Cuco para avisarle de que Marta había desparecido y que se uniera a ellos, aunque el menor, con “voz adormilada”, dijo que no iba porque estaba acostado. Para la abogada de la familia, Inmaculada Torres, ésta es una de las contradicciones que ayer quedaron patentes, “porque si era tan amigo de ella como decía cómo no se unió a la búsqueda”.

Por su parte, Cristian y Gabi, otros dos amigos de Marta, explicaron ante el juez que ellos estuvieron en el piso de León XIII entre las 2.15 y las 2.25 horas. Los dos estuvieron mirando por las ventanas y levantaron la persiana del salón. La impresión que tuvieron es que no había nadie en el piso porque todo estaba oscuro y en silencio. Sin embargo, no levantaron la del dormitorio de matrimonio “porque temieron molestar”, según explicaron fuentes del Ministerio Fiscal. Se da la circunstancia de que el juez instructor del caso sitúa entre la 1.30 y las 2.00 horas como el momento en el que los implicados sacaron el cuerpo del piso, con lo que de ser así los dos amigos llegaron sólo minutos después.

En cuanto a la relación de amistad de Marta y el Cuco, algunos de los chicos de la pandilla dijeron que era “normal” y que la chica era “muy protectora” con el menor. Sin embargo, otro testigo aseguró que al Cuco le gustaba y que incluso estaba “obsesionado”, hasta el punto de salir con una amiga de Marta para “estar más cerca de ella”.Todos los chavales que declararon ayer también estuvieron con Marta, Miguel, Samuel y el Cuco sobre las 18.30 horas en Santa María de Ordás. Los jóvenes no escucharon si el Cuco y Miguel quedaron después en el piso, pero si recordaban que Marta les dijo que no se podía quedar porque se iba a Triana a ver al Cristo de las Tres Caídas. El juicio continua hoy con la declaración de un vecino de Miguel, que lo vio de madrugada con la silla de ruedas y de otro que vio a dos jóvenes encapuchados portaban en una silla un “bulto”. La novia de Samuel también está citada.

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