A dos meses para cerrar el ejercicio, las estimaciones de Lipasam apuntan que no logrará cumplir las previsiones del plan de saneamiento aprobado hace dos años. Éste planteaba cerrar 2010 por primera vez sin pérdidas, de forma que los 1,5 millones de euros de resultado positivo se pudieran dedicar a abonar las deudas pendientes de pago, que siguen rondando los 40 millones de euros. Pero las transferencias del Ayuntamiento se han recortado en cumplimiento del decreto estatal, y aún quedan aportaciones por realizar -previstas para antes de fin de año- lo que ha provocado que el paquete de medidas de ahorro aplicado por la empresa pública de limpieza se quede corto. Para 2011, y a la espera de que se concrete si se cumplirán o no las transferencias incluidas en el documento aprobado por la Junta de Andalucía en 2008, se anuncia una segunda fase de reducciones con el objetivo de recortar hasta en un 5% los 70 millones de euros que se destinan al año a la plantilla.
Aunque en junio el alcalde reunió a todos los responsables de las empresas municipales para promover un acuerdo que ahorrase 5,2 millones de euros en personal y gasto corriente durante un semestre, cada empresa ha actuado por su cuenta: han decidido sus prioridades y han encallado cualquier planteamiento de actuación conjunta. En este escenario Lipasam, con un plan de saneamiento en marcha, venía con buena parte del camino andado. Junio no marcó un punto de inflexión, sólo sirvió para desarrollar una serie de actuaciones iniciadas en el arranque del año por la sociedad que dirige Rafael Pineda que permitirán un ahorro de 2,2 millones de euros al cierre del año. En el resto de empresas, la aplicación del plan de ahorro ha sido desigual.
En una empresa como Lipasam, cuyos gastos son en un 70% las nóminas de la plantilla, cualquier plan de recortes pasa por una reducción sensible de este capítulo. Tras rechazar el comité la propuesta de un recorte del 5% similar al aplicado en el resto de la administración, se optó por vías como la reducción al mínimo necesario de las sustituciones por vacaciones, vacantes y bajas, además de por la supresión de aquellos servicios que no se consideraron esenciales, como la brigada de grandes eventos o incluso los servicios antibotellona, que se han recortado de forma sensible. El resultado durante este año ha sido un recorte de 1,2 millones de euros. A esto se añade otro millón procedente de un recorte de la partida de gastos corrientes, presupuestada en unos 30 millones de euros en 2010.
Junto a estas medidas, Lipasam, al igual que Emvisesa, sí ha aplicado el acuerdo del Ayuntamiento que plantea un recorte medio de un 15% en los sueldos de los directivos. Esta medida se ha enmarcado dentro de un plan más amplio. La plantilla de altos cargos se ha recortado prácticamente a la mitad y los directivos llevan tres años con los sueldos congelados. A esto se añade la aplicación del 15% y se plantea un escenario de ahorro de unos 770.000 euros en la partida destinada directivos en este mandato -excluyendo el coste de las indemnizaciones a los altos cargos que han salido-.
Pero estos recortes no serán suficientes, según admiten desde la empresa, para cumplir el objetivo de abandonar el escenario de pérdidas en 2010, ya que no se podrán compensar los más de cuatro millones de euros que se han dejado de ingresar por el recorte de las transferencias municipales en aplicación del decreto estatal. Esta situación vuelve a obligar a reajustar las cuentas, sobre todo cara a un 2011 que se iniciará con más endeudamiento del previsto en el plan de saneamiento. Ante esta situación, la empresa se prepara para otra campaña de recortes en servicios y sustituciones con la meta de llegar a un 5% de reducción de gastos de personal durante el próximo año. Para ello, se iniciará ahora una nueva negociación con el comité de empresa para buscar fórmulas que permitan alcanzar estas cifras que equilibren las cuentas el año de finalización del plan de saneamiento.
Todo esto cuando aún no se ha completado la negociación sobre los presupuestos de 2011, en los que Lipasam debe alcanzar las cotas más altas de transferencias del Consistorio desde el inicio de su plan de estabilidad. El Ayuntamiento garantiza que no habrá recortes, pero la situación económica se complica al agravarse las ya tradicionales necesidades de las dos grandes empresas municipales y al abrirse otro nuevo frente, aunque de mucha menor envergadura, en la televisión municipal Giralda TV.
Giralda TV abre otro agujero
Giralda TV ya difundió esta semana sus previsiones económicas para el cierre del ejercicio: perderá 4,5 millones de euros sobre un presupuesto de dos millones de euros. Los ingresos publicitarios no han cumplido las previsiones y la aportación municipal se ha quedado corta para poder cerrar con un balance positivo el primer año de las emisiones con señal digital. La empresa incluso ha planteado la posibilidad de que se hagan transferencias extraordinarias antes del cierre del ejercicio, opción que choca con la compleja situación económica del Ayuntamiento.
La televisión debía recibir del Ayuntamiento dos millones de euros antes del cierre del ejercicio. Según fuentes consultadas, aproximadamente la mitad aún no ha sido abonado a la sociedad Giralda TV. Aunque esta situación puede entrar dentro de los plazos aprobados desde el inicio del año para la financiación de la nueva sociedad municipal, ha agravado los problemas de tesorería de Giralda. A esto se suma que la empresa ya en el comunicado difundido el pasado lunes reconocía la existencia de alrededor de dos millones de euros pendientes de cobro por parte de anunciantes o por determinados convenios con empresas. Tampoco el Consistorio ha compensado estas cifras con más campañas de promoción municipal ante el recorte presupuestario de los gastos de publicidad y propaganda. Y todo ha quedado en manos de negociaciones de financiación de créditos para abonar las cuantías pactadas con las compañías subcontratadas.
Giralda TV, que se impulsó con el compromiso de buscar un modelo de emisiones de coste cero para el Consistorio, diseñó una estructura con apenas siete personas, en cuyos sueldos sí se aplicó la reducción salarial en proporción con los ingresos de cada uno. Los contenidos así se contrataron con distintas empresas y productoras de pequeño y gran tamaño. Son éstas las que están pagando en mayor medida los problemas de tesorería de Giralda TV. La deuda más grande (de casi dos millones de euros) se mantiene con Mediapro, aunque son muchas las pequeñas empresas que están teniendo retrasos muy superiores a los previstos en el pago de los contratos adjudicados. El escenario con el que ha concluido Giralda TV este año abre una serie de interrogantes respecto al próximo ejercicio que coinciden con la negociación de las cuentas municipales. Los dos millones presupuestados en 2010 se han quedado muy cortos, y ya se empiezan a arrastrar créditos y pérdidas, lo que conduce a una revisión del coste de la sociedad televisiva.
