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El plan de Marcelino no carbura

Su idea de aprovechar el desgaste europeo de los rivales directos ha caído en saco roto. En siete de las diez últimas temporadas la distancia respecto a la zona Champions a estas alturas era inferior.

el 06 nov 2011 / 22:08 h.

Cuatro jornadas consecutivas sin ganar -tres puntos sumados de doce posibles- son demasiadas para un equipo que aspira a disputar la Liga de Campeones. Los triunfos se resisten, y esto ha motivado que la distancia respecto al tercer y cuarto clasificado sea más importante de lo esperado a estas alturas de campeonato. Cuando el Sevilla fue apeado de la Europa League, Marcelino habló de aprovechar el desgaste que las competiciones continentales podrían causar a sus rivales directos para intentar sacarles ventaja en la clasificación. Sin embargo, el plan del técnico por el momento no funciona.

Hasta la fecha, el Sevilla presenta un bagaje de cuatro victorias, seis empates y una derrota. El Granada ha sido el único equipo capaz de derrotarlo y ni siquiera el todopoderoso Barcelona pudo con él. Tampoco equipos como Valencia, Villarreal, Málaga o Atlético de Madrid lograron hincarle el diente. Ésta es una de las lecturas positivas. Lo malo es que esos buenos resultados -la mayoría a domicilio- frente a rivales de parecido o superior potencial contrastan con los obtenidos ante otros teóricamente inferiores como Racing, Granada y Mallorca. Dos puntos ha sumado el Sevilla contra estos tres equipos, poco botín teniendo en cuenta que meterse en la Liga de Campeones exige firmar mejores resultados.

Tras once jornadas disputadas, el Sevilla está a seis puntos del tercer clasificado (Valencia) y a cinco del cuarto (Levante). Queda mucha Liga, pero estos datos confirman que el plan no funciona. En siete de las diez últimas temporadas la distancia respecto a la zona Champions a estas alturas era inferior a la actual. Sólo en la 2007/08 (seis puntos) y 2002/03 (siete) fue superior.

EL QUINTO MEJOR ARRANQUE. Los 18 puntos que suma el Sevilla representan el quinto mejor arranque con el actual sistema de puntuación (últimos 16 años). En la temporada 2004/05 también tenía 18. Una cifra que superaban, y de largo, el Sevilla de Juande Ramos (25 puntos en la campaña 2006/07), el de Manolo Jiménez (25 en la 2009/10 y 23 en la 2008/09) e incluso el que cogió Gregorio Manzano tras la destitución de Antonio Álvarez la pasada campaña (20).

Antes de visitar al Mallorca, José María del Nido afirmó que "el balance de puntos a estas alturas de temporada no es malo, sobre todo teniendo en cuenta que se ha hecho un proyecto nuevo, que han llegado un nuevo cuadro técnico, muchas incorporaciones de jugadores que son titulares". "Estamos ahí para pelear por la Liga de Campeones y creo que vamos a hacerlo con garantías durante toda la temporada, pese a que hay clubes superiores en potencial económico", añadía el presidente.

CUATRO VICTORIAS. Hay que remontarse a la campaña 2005/06 para encontrar un Sevilla que, con once jornadas disputadas, llevara sólo cuatro victorias. Desde entonces, y han pasado seis años, el número de triunfos siempre ha sido superior a estas alturas. La gran cantidad de empates -hasta seis- que lleva el equipo de Marcelino tiene dos lecturas: por un lado, es positivo puntuar en campos difíciles como los de Villarreal, Osasuna, Atlético de Madrid y Barcelona, dejando a un lado el Iberostar Estadio; por otro, empatar sí es un mal resultado cuando ocurre en casa ante un adversario como el Racing o en Mallorca frente a un equipo, el de Joaquín Caparrós, que anda muy tocado y cerca del descenso.

EL BALANCE GOLEADOR. Uno de los principales hándicaps que se está encontrando el Sevilla es su falta de gol. Lleva once en once jornadas, cifra que no se veía desde la temporada 2005/06. Cuando se incorporó al club, Marcelino puso como reto acabar con la sangría de goles encajados la pasada campaña, y esta misión sí ha sido exitosa. El Sevilla sólo ha recibido ocho hasta el momento, un registro que únicamente fue mejor en las campañas 2005/06 (seis) y 1990/91 (siete). En ese aspecto, todos los esfuerzos están dando resultado.

El problema es que ese hincapié en hacerse fuertes en defensa ha restado potencial ofensivo. No obstante, la mentalidad defensiva no tiene toda la culpa de la falta de gol. Entre que la delantera es corta en cuanto a número de efectivos, que Negredo y Kanouté se han perdido varios encuentros y que cuesta generar ocasiones, el Sevilla se las ve y se las desea para marcar. Los delanteros no son los únicos responsables. En Mallorca se vio que a menudo luchan sin ayuda alguna. Y más vale lograr el equilibrio cuanto antes.

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