Los controles con los que la Policía Local intenta dar fluidez al tráfico navideño en el entorno de las zonas comerciales se iniciaron ayer, de momento sin tener que gestionar atascos. Sí se pusieron las primeras multas a ciclistas que osaron circular por las calles peatonales del Centro, ahora prohibidas a la bici.
La circulación fue fluida, en especial durante la mañana. En el Centro, los policías se colocaron en los ocho puntos habituales -como la Alameda, la Campana o la calle Baños-, para gestionar que sólo pasaran residentes y transporte público o aquellos que se dirigieran a un aparcamiento con plazas libres, pero no hizo falta montar los cuatro cortes adicionales previstos para los momentos de colapso, como el de la Barqueta o el de Escuelas Pías.
"Salvo los vehículos de carga y descarga, que saben que ya no pueden entrar a cualquier hora pero lo intentan y discuten a ver si nos convencen, y los particulares que se inventan excusas para colarse, no ha habido nada destacable", explicaba uno de los agentes que regulaban el acceso. En Reyes Católicos, el punto más conflictivo del Centro, ni siquiera fue necesario cortar la entrada al aparcamiento de la Magdalena porque no se llenó, y en zonas como la Alameda, donde nunca se puede entrar aunque muchos se saltan la prohibición, el policía parecía hasta aburrido porque su sola presencia disuadía, y los conductores ni siquiera intentaban pasar.
Otra cosa fueron las bicicletas. Aunque estaba previsto que entrara en vigor la prohibición de circular por las 27 calles peatonales del Centro difundidas días atrás por el Ayuntamiento, las señales de tráfico que informaban al ciclista no comenzaron a destaparse hasta las 12.45, pero a partir de entonces los municipales se emplearon a fondo, con José Aulet, el jefe de la Policía Local, en primera línea: fueron numerosos los avisos a los ciclistas para que se bajaran del vehículo y lo llevaran andando, y llegaron a imponerse sanciones al verlos circular por estas calles.
Por el Centro se veía gente, pero ni mucha ni con muchas bolsas de regalos. Quizá el frío, quizá la crisis, o el que la coincidencia de las rebajas con la primera semana de enero, antes de Reyes, impulse a concentrar en esos días el impulso consumista, los viandantes parecían más de paseo que de compras. Sólo por la tarde hubo un ligero aumento de gente, igualmente habitual en estos días.
Centro comerciales. En los barrios tampoco se habilitaron los desvíos para entrar en los aparcamientos de los grandes centros comerciales -Los Arcos, Nervión Plaza, El Mirador de Santa Justa y Zona Este- porque la circulación era tan fluida como la de cualquier otro día. Fuentes municipales confirmaron que durante toda la jornada no se produjeron incidentes destacables. "Salvo momentos de tráfico denso o muy denso en los mismos sitios y a las mismas horas que cualquier otro día, debidos a las entradas y salidas del trabajo, no ha habido problemas de tráfico", confirmó el Centro de Control de Tráfico, que consideró que aún no ha empezado la tradicional avalancha de compras navideñas.
