El PNV no esconde su deseo de atraer a los votantes de los ilegalizados ANV y Partido Comunistas de las Tierras Vascas, a los que ofreció su apoyo si ayudan a acabar con la violencia. Una propuesta similar a la que ya realizó hace unos días Eusko Alkartasuna (EA), que en esta ocasión no acudirá a las urnas con el PNV.
El voto de la izquierda abertzale está en disputa y por ello tanto EA como PNV no dudan en tenderles la mano, ya que este electorado es clave para que los nacionalistas sigan en el Gobierno, a tenor de los aparentes acercamientos entre PSOE y PP que, además, según los sondeos, en las próximas elecciones podrían obtener muy buenos resultados.
El viernes el que lanzó el mensaje de amistad a la izquierda abertzale fue el presidente de la ejecutiva del PNV, Íñigo Urkullu, en un acto del partido en Artea (Vizcaya) con motivo del Gudari Eguna (Día del soldado vasco), Urkullu consideró que "quienes ponen las bombas y quienes miran para otro lado" actualmente "no se diferencian demasiado" de aquellos que en 1936 se alzaron contra la República. "Hoy también desgraciadamente hay otros que, de una forma u otra, a través de la violencia quieren imponer unas ideas, quieren causar el mayor daño posible a nuestro pueblo a través de las pistolas y las bombas", opinó.
Urkullu dijo que la izquierda abertzale tiene en las elecciones vascas la "oportunidad" de "dar un paso decidido adelante" y decir "alto y claro que esto se ha terminado", en cuyo caso aseguró que no deberían "tener duda también de que nosotros ayudaremos en su labor política". "Me temo una vez más que no va a ser así y estamos en los prolegómenos de la misma historia de los últimos años" y que se dedicarán a "jugar otra vez con las listas limpias, blancas, azules o amarillas", añadió.
Así, Urkullu exigió al Gobierno español que no utilice la Ley de Partidos como "un mero instrumento para alterar el mapa electoral en Euskadi" ilegalizando o no candidaturas en base a encuestas electorales.
El dirigente nacionalista homenajeó en el acto a quienes lucharon en Euskadi contra el fascismo franquista, de los que dijo que son protagonistas de la historia "de orgullo" de una nación. "Una nación -dijo- que durante su historia no ha necesitado agredir, atacar o conquistar para reivindicarse como pueblo y sólo en legítima defensa de sus derechos, principios y valores ha tenido la obligación de luchar".