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El poco empleo creado en la capital hispalense es cada vez más precario

La ciudad revela en el último año un leve aumento de los contratos pese a subir el paro: temporalidad íntegra. Los servicios protagonizan el aumento del desempleo y le sigue el agro, mientras que baja en industria y ladrillo.

el 21 jul 2013 / 23:30 h.

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Oficina SAE. Mejor poco que nada pero el poco es cada vez más precario e inestable. La temporalidad se adueña del escaso empleo que crea la ciudad de Sevilla a pesar de haber arrojado siempre mejores índices de contratación indefinida que las medias de la provincia y de la comunidad. Para colmo, se acrecenta –y de manera preocupante– la cifra de parados que rebasan ya los cuarenta y cinco años de edad, a partir de la cual el regreso al mercado laboral es complejo. Por ello, habría que coger con pinzas las declaraciones de quienes ya vislumbran una mejoría pues los fríos datos no son precisamente para lanzar cohetes. 24.180 fueron los contratos firmados en la capital hispalense en junio pasado –un mes que no presenta diferencias en el calendario festivo respecto al mismo del ejercicio anterior, de ahí que cualquier comparación resulte homogénea–. En términos interanuales, es decir, al cotejar la cifra con la de junio de 2011, afloró un leve repunte del 0,75 por ciento. Pero de aquella cantidad, tan sólo 1.319 se rubricaron con carácter indefinido, apenas el 5,45 por ciento del total. Justo un año antes, este porcentaje era del 6,24 por ciento, que casi duplicaba el promedio provincial. Son cifras oficiales, extraídas del desglose de contrataciones y paro por municipios que realiza el Servicio Público de Empleo (el antiguo INEM). Se trata, asimismo, de datos registrados, muy distintos de los que ofrece la Encuesta de Población Activa (EPA) que, sin embargo, no detalla los resultados por localidades, baja sólo a la provincia. En concreto, la contratación indefinida –de nuevo cuño más los vínculos temporales convertidos en estables– se desplomó un 25,36 por ciento entre los hombres, mientras que experimentó un empuje para las mujeres, del 4,47 por ciento. 22.881 contratos fueron temporales, el 94,54 por ciento del total, y casi un punto superior al arrojado un año antes (93,75 por ciento). En tasa interanual, 1,59 por ciento de alza. Conclusión: no sólo siguió aumentando el paro –lo hizo en un 3,58 por ciento interanual, hasta 88.980 personas–, sino que la precariedad absorbió las 180 contrataciones más registradas en junio de este año respecto a idéntico mes del pasado –no hay contradicción, puede haber más sevillanos sin ocupación y registrarse sin embargo un mayor número de contratos, todo depende de la población activa, esto es, aquella que en edad y con ganas de trabajar, y del encadenamiento de contratos, dos, tres, cuatro...–. En el cómputo global de la relación entre empresas y trabajadores, el campo fue el único sector económico donde, también en comparación interanual, se acrecentó la contratación: 54,89 por ciento. El porcentaje es espectacular pero lógico, habida cuenta de que los cultivos se recuperaron tras la sequía de 2012. En cambio, batacazo para la industria al bajar el 17,81 por ciento, y en la construcción, con recorte del 11,92 por ciento, siendo menor el impacto en el conjunto de los servicios, con el 3,51. Vayamos ahora al análisis del desempleo por actividades económicas en la capital. En el último año, los servicios arrojaron un 8,82 por ciento de aumento del paro, hasta los 60.068 sevillanos, el 67,50 por ciento del desempleo total. Aquí no solamente entra la crisis del comercio, sino también, por ejemplo, la ausencia de interinidades para personal público. La agricultura, pese al citado auge de la contratación –y aquí se aprecia su elevada temporalidad– dejó sin trabajo a un 4,87 por ciento más de personas. En cambio, descendió en la construcción el 7,56 por ciento y bajó del listón de 10.000 –en concreto, 9.671–, una merma lógica si tenemos en cuenta que el ladrillo ha perdido ya todo lo que podía perder. Y en menor proporción, un 0,89 por ciento, cayó en la industria, donde 6.314 personas estaban sin ocupación al cierre de junio. El recorte, asimismo, afloró en el colectivo sin empleo anterior (-7,96). El desempleo se avejenta: 41 de cada 100 supera los 45 años El debate actual del desempleo se centra principalmente en los jóvenes, y aquí se habla de la generación perdida, de la emigración ante la ausencia de salida laboral, de los ninis. Sin embargo, existe también la cruda realidad de las personas mayores de 45 años, en su mayoría con cargas familiares, pasto de las llamas de los expedientes de regulación de empleo y en una edad complicada para retornar al mercado laboral, y no precisamente por falta de cualificación. De los 88.980 desempleados de la ciudad de Sevilla, 7.982 (un 8,97 por ciento) son menores de 25 años, y el número ha descendido en el último año tanto entre los hombres (un -2,5 por ciento, hasta 4.203) como entre las mujeres (-2,7 por ciento, hasta 3.779 féminas). En este descenso habría que tener en cuenta los jóvenes emigrantes. En cambio, el paro aumentó el 1,81 por ciento para la horquilla comprendida entre los 25 y los 44 años, hasta los 44.375 sevillanos (20.518 hombres y 23.857 mujeres). Sin embargo, donde en realidad afloran los porcentajes mayores es a partir de 45 años. 36.623 eran en concreto los parados de la capital hispalense, el 41,1 por ciento del total y un 7,3 por ciento más: 14.878 hombres y 19.251 mujeres.

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