El conflicto desatado en el seno de la Policía Local por las horas extra se cobró ayer su primera destitución. El agente que fue denunciado por la Policía Nacional durante la protesta realizada por el Sppme en la Vuelta a España y al que le llegó a ser requisada una cámara de vídeo fue ayer formalmente cesado en su cargo de responsable de comunicación, prensa y protocolo del cuerpo. Tras esta decisión, el agente tendrá que cambiar de destino a partir del lunes.
La decisión responde a los hechos ocurridos el pasado sábado durante la Vuelta a España. Un grupo de afiliados del sindicato Sppme se citaron en la puerta de su sede antes de la prueba y con un gran despliegue de Policía Nacional a su alrededor. En ese escenario no se produjo incidente alguno de gravedad, pero durante esta cita uno de los agentes tomó una cámara para, según el Sppme, grabar imágenes de sus compañeros con un uso privado. Un agente de la Policía Nacional consideró que estaba grabándoles a ellos, le apercibió y posteriormente le requisó la cámara. Se inició una discusión que el Sppme considera fruto de una actuación "desproporcionada" del policía mientras que el cuerpo nacional tilda de protesta con un tono amenazante. Aunque la cámara le fue devuelta al agente, la cinta fue requisada y remitida al juzgado como parte de una denuncia por una falta contra el orden público. Transcurridos apenas cinco días de estos hechos, el agente ha sido cesado.
La decisión se enmarca dentro de la respuesta del Gobierno municipal a las últimas protestas del Sppme. En las últimas semanas se han producido denuncias de un agente a la Policía Nacional por ser objeto de coacciones y daños; se ha abierto una investigación por los destrozos a vehículos de agentes que participaron voluntariamente en los programas de productividad y se ha decidido modificar el dispositivo para la beatificación de Madre María Purísima al detectarse un riesgo de boicot por parte de agentes a raíz de comentarios en el foro de Sppme.
Ante la investigación interna abierta por el Ayuntamiento contra un "grupo de radicales" de la Policía -en palabras de la portavoz del Gobierno local, Nieves Hernández, quien mostró su apoyo en nombre del Ayuntamiento a los afectados-, el sindicato UGT censuró ayer la actuación municipal en todo el conflicto de las horas extra. "Hasta la fecha nadie se ha puesto en contacto con los policías que han sido objeto de actos violentos. No han sido sólo actos materiales, hay también violencia ambiental, social, psicológica y económica. No confíamos en la investigación del Gobierno municipal, que ha seguido la política de eludir los problemas y mirar hacia otro lado ante las numerosas irregularidades detectadas en los últimos años", señaló el delegado de UGT en la Policía José Luis Pacheco. El sindicato estudia ahora iniciar acciones judiciales "para que sean los jueces quienes solventen estas actitudes violentas".
El Sppme ha condenado en los últimos días todos los actos vandálicos sufridos por agentes de la Policía Local y ha negado cualquier relación entre estos y el sindicato o su página web. El propio secretario general del Sppme, Manuel Bustelo, señaló el pasado jueves que todas las acusaciones del Gobierno local son "una cortina de humo" para tapar la falta de agentes y negó que la beatificación de Madre María Purísima pueda estar amenazada por agentes.
