Hoy es un día histórico para el barrio del Polígono. La hermandad que ha crecido entre el bosque de bloques de cemento donde desarrollan su día a día decenas de familias de clase media dejará su tarjeta de presentación en la Campana. Llega con 500 nazarenos, una nueva dolorosa de ojos verdes como titular y un misterio de nuevo cuño con sabor a clásico.
Lo que se vive hoy en el Polígono es todo un acontecimiento. A la Campana llega la cofradía número 59. Un nuevo soplo de barrio para la ciudad de intramuros. En su primer viaje iniciático a la Catedral, la cofradía se presenta con todos los deberes hechos y una auténtica batería de estrenos, entre los que destacan la nueva dolorosa, que procesionará bajo un palio liso y luciendo el manto de la coronación de la Macarena, y las imágenes del misterio que acompañarán al Señor Cautivo y Rescatado en su paso, todas ellas salidas de la gubia del director artístico de la hermandad, Luis Álvarez Duarte.
El nuevo grupo escultórico del Polígono bebe de los cánones clásicos de la imaginería sevillana. Representa el pasaje evangélico de San Lucas que narra el interrogatorio de Herodes a Jesús y las acusaciones del Sumo Sacerdote Caifás, una escenografía que no se recoge en ninguno de los misterios que hasta ahora procesionaban en Sevilla. Las manos de Luis Álvarez Duarte han concebido un conjunto escultórico de enorme expresividad e indiscutible calidad artística.
Seguirá su estela en Campana la hermandad de la Redención, envuelta este año en la celebración del cincuentenario de la bendición del Señor, imagen que en octubre, si así lo aprueban sus hermanos, volverá a salir a la calle. Tras años de esfuerzo y sacrificio, la cofradía -que en menos una década ha pasado de 400 a más de mil nazarenos- ha conseguido arañar 10 minutos más de paso por Carrera Oficial. Todo un alivio.
Santa Genoveva conmemora este año el cincuentenario de su primera estación de penitencia adentrándose a su regreso por rincones del barrio que, tras la transformación sufrida con motivo de la Exposición de 1992, no habían vuelto a disfrutar de sus sagrados titulares. El Señor vestirá una túnica corinto en lugar de la morada habitual.
Veinticinco años se cumplen de la muerte de Luis Ortega Bru, autor del sobrecogedor misterio de Santa Marta.
De las manos del artista Juan Borrero ha salido la nueva peana de la Virgen de la Salud, de San Gonzalo. Labrada en plata de ley en estilo rococó, sigue la misma línea estética de los respiraderos y del techo de palio. En el frente, la imagen de la Virgen de la Estrella, madrina de San Gonzalo.
Tras dos años de exilio en el convento de Santa Rosalía, hoy vuelve a procesionar desde su capilla del Dulce Nombre de Jesús. El Crucificado procesionará sobre unas nuevas andas talladas por Antonio Ibáñez, mientras que el palio de las Tristezas estrenará respiraderos y faldones laterales bordados.
Las Penas recuerda a Juan Carrero, inmortalizado ya en el callejero sevillano. Las Aguas dará un inmenso rodeo hasta la Plaza de la Magdalena para sortear las catenarias de la Plaza Nueva. Y las levantás del Cristo del Museo serán a pulso aliviado después del percance sufrido por la imagen hace unos días.
