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El Polígono Sur saca de la calle a 200 jóvenes en edad escolar

Los 8 colegios y tres institutos del Polígono Sur han reescolarizado a 184 menores absentistas este curso. La coordinación entre centros, Comisionado y Policía sirvió para recuperar 397 nombres de niños que alguna vez pasaron por la escuela pero estaban sin escolarizar.

el 15 sep 2009 / 00:25 h.

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D. Cela / I. Comesaña

Los 8 colegios y tres institutos del Polígono Sur han reescolarizado a 184 menores absentistas este curso. La coordinación entre centros, Comisionado y Policía sirvió para recuperar 397 nombres de niños que alguna vez pasaron por la escuela pero estaban sin escolarizar. Ese censo ha sido esencial a la hora de recortar a la mitad las faltas a clase.

El absentismo no es una foto fija en ningún barrio de Sevilla, menos aún en el Polígono Sur, donde supone una de las más hondas heridas de la zona. A principios del curso, los cinco profesores que forman el equipo educativo del Comisionado elaboraron un minucioso censo con los nombres, apellidos y direcciones de los niños que regularmente estaban en la calle cuando debían estar en la escuela. Contaron 397, gracias sobre todo a la ayuda de los colegios que conservaban datos de todos los que alguna vez habían pasado fugazmente por el aula: un año, un mes, una semana...

Ese listado sirvió para salir en busca de los niños. Los trabajadores sociales y los docentes iban a las casas y llevaban en mano las notificaciones para escolarizar a sus hijos. "Enviarlas por correo no habría servido". Esa presencia en el barrio contagió a otros vecinos que se enteraban por primera vez de que escolarizar a sus hijos es obligatorio, y no una decisión familiar.

El responsable de Primaria, Francisco Santiago, recuerda a una familia que no matriculaba a sus niños porque los padres no podían adaptar su horario laboral al del colegio. Desconocían que, para solucionar esos problemas, todos los centros del Polígono Sur abren a las siete de la mañana (aula matinal), tienen comedor y siguen abiertos por las tardes.

Un censo así, que sirve para pasar lista diaria en la calle, no existe en ningún otro barrio de Sevilla. "Todos habíamos oído el bulo de que las calles de las Tres Mil estaban llenas de niños. Pero no había datos, no podíamos contrastar", explica José Luis Carrasco, coordinador del equipo. El censo crece cada vez que la Policía ve a un chaval en la calle. "Les pido a los agentes que fichen a todo el que vean fuera", repite el comisionado Jesús Maeztu, "no quiero a ningún niño en la calle en horas de clase".

A 20 de enero, el Polígono tiene 2.400 alumnos escolarizados. Los colegios han recuperado a 184 absentistas en un año, la mayoría en la edad de tránsito entre Primaria y ESO. Algunos nunca habían atravesado la puerta de una escuela. Y aún así, siguen sin escolarizar 213 chavales. El absentismo no es una foto fija. Pero si lo fuera, la de los colegios del Polígono Sur ahora no tendría antecedentes conocidos, porque nunca antes se habían recuperado a casi 200 absentistas en un curso.

Despertar al niño. La filosofía del plan integral, que hace que todas las áreas vayan a una, también ha servido para engrosar la escolarización: un niño absentista puede comprometer el piso social que el Comisionado le ha dado a sus padres o puede dificultar su acceso a un empleo subvencionado.

Una vez escolarizados, "lo importante es que se queden", insiste Maeztu, por eso ahora los centros analizan una a una las faltas diarias a clase y han vuelto a pasar lista. Se ha flexibilizado el horario porque, si a un chaval que asiste regularmente a clase le cuesta aguantar cinco horas seguidas, tanto peor lo lleva alguien que acaba de pisar la escuela por vez primera. También por eso reciben clases de apoyo y refuerzo para que lo que estudian les cunda: "Si no aprenden algo ni tienen expectativas de estudio no les merece la pena". El Comisionado se apoya en cinco asociaciones que arriman el hombro. Por la mañana van a las casas a despertar a los niños y llevarlos a clase. Por las tardes dan clases de apoyo y organizan actividades extraescolares.

El último equipo de lucha contra el absentismo, quien juega la última carta, es el de la Policía Nacional adscrita a la Junta. Las visitas de agentes de paisano a las casas de los niños absentistas ha hecho que muchos padres obliguen a sus hijos a ir al colegio con tal de no ver aparecer por allí a la Policía. Pero su trabajo es tan pedagógico como el del Comisionado y el de los maestros.

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