Otra obra gratis de surrealismo. Tras presenciar el enésimo ejercicio de impotencia colectiva, el máximo accionista y consejero delegado del Real Betis, Manuel Ruiz de Lopera, optó por ofrecer su opinión en un comunicado y a través del portavoz del consejo, José María Blanco.
El improvisado altavoz del ejecutivo, que suspendió su comparecencia de forma anticipada por las incómodas preguntas de los periodistas, comentó que "el único responsable de todo lo que ha ocurrido esta temporada, lo bueno y lo malo, es el consejo de administración".
Interrogado sobre si habrá alguna decisión inmediata que suponga una sustancial mutación en los órganos de poder de la entidad, Blanco fue tajante. "El Betis no puede seguir así ni un día más", enfatizó.
"La semana próxima se os convocará a una rueda de prensa en la que se explicarán qué medidas se tomarán", ejemplificó. "Vengo a dar la cara como portavoz del consejo, porque en los momentos de dolor y desgarro hay que aparcar el corazón y pensar con la cabeza fría", relató.
Cuestionado sobre si ya había dialogado con el propio Lopera, Blanco fue muy gallego. "No voy a decir si he hablado o no, sólo vengo a transmitir lo que piensa ahora el consejo", expuso. Posteriormente se refirió al cruel desenlace del ejercicio liguero.
"Lo que se ha consumado hoy es la crónica de una tragedia prevista", espetó. "Se ha firmado un año muy malo en el que hubo algunos brotes de buen fútbol que alimentaron la ilusión", dijo. "Esto no se lo merece nadie".
Explicaciones antes del 'show'
Y fue poco después cuando respondió a las preguntas de los medios de comunicación. Excesivamente enérgico, -incluso pidió presentarse a un periodista de Radio Sevilla-, el portavoz primero se refirió a la masiva protesta de la afición.
"Se ha pronunciado, pero todo esto es algo que la gente no puede explicar con certeza", criticó. "Lopera no quiere quedarse eternamente, pero para irse tendrá que recibir una oferta", ironizó.
Y, acto seguido, el show. Después de que alguien calificara a Lopera de personaje, Blanco pidió "respeto", se negó a responder y exigió que "se hable cuando el consejo diga algo oficial". Y con calma abandonó la sala de prensa.
