El PP-A celebrará en marzo su congreso con José Luis Sanz como único favorito

Los presidentes provinciales arroparán hoy al ‘número dos’ en una cena en Sevilla

el 03 feb 2014 / 22:53 h.

El líder del PP-A, Juan Ignacio Zoido, y su número dos, José Luis Sanz El líder del PP-A, Juan Ignacio Zoido, y su número dos, José Luis Sanz «El candidato va a ser José Luis pero aún no hay confirmación oficial». Es lo que repetían ayer al unísono los dirigentes del PP-A consultados por este periódico. El partido celebrará mañana por la tarde la ansiada Junta Directiva Regional con un único punto en el orden del día: convocar el congreso extraordinario que, un año y medio después, liberará al fin a Juan Ignacio Zoido de la presidencia popular, una responsabilidad sobrevenida que nunca quiso y que le está dañando en su verdadera prioridad: la Alcaldía de Sevilla. El cónclave extraordinario tendrá lugar en marzo y, con toda probabilidad, aupará al secretario general, José Luis Sanz, como candidato a la Junta y nuevo líder de los populares andaluces. Zoido, Sanz y los ocho presidentes provinciales cenarán esta noche en Sevilla para cerrar filas con el elegido. En esta ocasión, Génova no ha desautorizado a Andalucía. En noviembre, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mandó parar bruscamente la hoja de ruta diseñada por Zoido –con el beneplácito de de laa secretaria general del PP, Dolores de Cospedal–, que pasaba por celebrar en diciembre un congreso extraordinario para designar candidato a Sanz. Desde entonces, la organización andaluza, que quedó en total evidencia, aguardaba impaciente y desconcertada el momento en que Rajoy autorizara la operación de recambio. La dirección del PP-A lleva días asegurando que la sucesión atragantada durante demasiado tiempo era inminente. El propio número dos del partido la situó justo después de la convención nacional del PP, que finalizó el domingo en Valladolid. «Los tiempos, esta vez, estaban muy medidos y pactados», explicaba una fuente popular. Zoido lleva semanas cerrando con Rajoy y con Cospedal el calendario y el nombre de su sucesor. En la cumbre de Valladolid, el alcalde de Sevilla dejó claro que la «solución vendrá de Andalucía y para Andalucía, sin duda alguna con el refrendo y el respaldo» de Génova. Ayer Cospedal descartó en una entrevista en Onda Cero que el relevo en Andalucía vaya a abrir una crisis en el Gobierno central o, lo que es lo mismo, sacó a los ministros andaluces de la batalla por el liderazgo del partido. Rajoy prefería a priori que el timón de la organización en Andalucía recayera en alguien de su entorno y total confianza, de ahí que sonaran con mucha fuerza los ministros de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y la titular de Empleo, Fátima Báñez. Ninguno de ellos quería asumir esa responsabilidad aunque fuentes populares aclararon que si Rajoy se lo hubiera ordenado, no habrían tenido más remedio que aceptar. «Arenas tampoco quería volver a Andalucía y no le quedó más remedio», recordaba un dirigente. Con los ministros andaluces fuera de la pugna, Sanz queda como único favorito, a espera de una confirmación oficial que podría producirse mañana. No solo es quien ha llevado los asuntos de la trastienda del partido en este año y medio de ausencia de Zoido, sino que es la persona que genera más consenso interno, aunque ni mucho menos hay unanimidad sobre su elección. En todo este tiempo ha habido muchos movimientos para que despuntaran otros nombres. El de la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, fue uno de los sonó con más fuerza al principio e, incluso, se le acusó desde algunos sectores de hacer su propia campaña, pero se desinfló por la falta de apoyos clave. Málaga ha estado hasta el último minuto peleando por colocar a Juan Manuel Moreno, número dos del Ministerio de Sanidad pero un casi desconocido en Andalucía. En la recta final de esta carrera se ha caído el dirigente que, junto a Sanz, tuvo más opciones reales: el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto. Su designación parecía casi hecha. Era la opción de Cospedal, que ubicó en noviembre la reunión de la interparlamentaria del PP en la ciudad califal. Sin embargo, en ese encuentro, la secretaria general comprobó que Nieto no cosechaba los respaldos internos suficientes ni que tampoco le entusiasmaba la idea. Eso, unido a la necesidad de que el alcalde apuntale en 2015 una mayoría absoluta complicada lo desbancaron de la carrera sucesoria. El único que ha resistido en las quinielas es José Luis Sanz. El secretario general andaluz es la apuesta decidida de Zoido para este nuevo tiempo. Una imposición distinta desde Madrid habría dejado al líder andaluz y a toda la organización regional en un pésimo lugar. Muchos en el sur solo aspiraban a una cosa: a que el nuevo líder no fuera un «paracaidista» enviado desde la capital. La confirmación oficial sobre el nombramiento de Sanz no se produjo ayer. Esta noche el secretario general cenará en Sevilla con Zoido y los ocho presidentes provinciales para confirmarles su deseo de presentar candidatura al congreso. Eso es, al menos, lo que ayer preveían algunos presidentes provinciales consultados por este periódico. Sanz los llamó uno a uno para convocarlos a la Junta Directiva de mañana y a la cena, pero en esa llamada telefónica no les confirmó su elección. En todo este tiempo de especulaciones no ha habido ninguna reunión de los ocho presidentes provinciales con la cúpula del PP-A. Se da por hecho que la de Sanz será la única candidatura al congreso de marzo. Su nombramiento le obligará a dejar la Alcaldía de Tomares, donde gobierna con mayoría absoluta y que últimamente le ha dado un gran quebradero de cabeza: la investigación de supuesta malversación en el ayuntamiento que ha provocado la imputación de tres de sus ediles. El principal obstáculo de Sanz es que no es diputado, con lo que se repetirá la esperpéntica situación del líder de la oposición fuera del Parlamento, como le ocurrió a Javier Arenas en su regreso a Andalucía en 2004. Tampoco el coordinador de IU, Antonio Maíllo, se sienta en el Hospital de las Cinco Llagas. La voz del PP en la Cámara podría ser la de Carlos Rojas, un perfil modesto que deberá enfrentarse al ciclón de Susana Díaz.

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