El PP anticipa la "primavera del cambio"

Arenas llama a los andaluces a "romper las inercias" el 25-M para desbancar a los que creen que el "poder es eterno"

el 28 feb 2012 / 14:02 h.

Arenas participó ayer en un acto en Alcalá.

Unos minutos después de que terminara la izada de la bandera andaluza en el Parlamento, Javier Arenas se quitó la corbata y se vistió de candidato. El PP contraprogramó los actos oficiales del 28-F con un mitin en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) -bastión socialista-, que Arenas bautizó como el "preludio de la primavera del cambio". Por primera vez hizo suya la expresión de las revueltas árabes que han derrocado a cuatro dictadores para augurar que en 26 días Andalucía "abrirá otra página". Llamó a los andaluces a votarlo para "romper la inercia de 30 años de gobiernos socialistas", que han dejado "un récord de paro, abusos y una mala administración".


Arenas se siente especialmente cómodo en los actos en la calle. Habla en román paladino, domina las distancias cortas, se deja besar y fotografiar incontables veces y cuenta anécdotas que lo presentan como un candidato cercano y accesible. El PP lo sabe y explotará este formato en la campaña de las autonómicas. Ayer aprovechó el Día de Andalucía para vender su candidatura. El líder de los populares incidió en su principal argumento para pedir el voto: hay que poner fin a tres décadas de socialismo y regenerar la vida política. "No podemos prolongar el pasado porque el pasado piensa que el poder es eterno", dijo. No mencionó al presidente andaluz, José Antonio Griñán, ni al escándalo de los ERE, pero Arenas volvió a parafrasear a Montesquieu, padre de la teoría de la separación de poderes, para recordar que el gobierno "debe gobernar y el Parlamento, controlar". "Cuando un gobierno dura mucho se descompone poco a poco", aseguró.
El dirigente del PP-A enumeró tres retos que asumirá el "gobierno del cambio": la lucha contra el "mayor recorte social", que es el paro, derrotar el fracaso escolar y acabar con la pérdida de la calidad democrática. Arenas se refirió a uno de los niños presentes, que "tiene cara de buen estudiante y de gustarle mucho el fútbol", para criticar que la Junta "invierte en él la mitad que el País Vasco en sus alumnos".


encuestas. En un día en el que se publicaron varias encuestas que dan al PP una victoria holgada en las elecciones, su candidato aseguró que él "no da por ganados los comicios" e insistió en que, ante tanto sondeo que pronostica una victoria popular, "me baño en humildad". "Podemos ganar las elecciones y estamos muy cerca de lograr una mayoría de gobierno, pero si no sacamos mayoría absoluta, estaremos en la oposición", advirtió para rebajar la euforia. Prometió que si alcanza San Telmo actuará como un "presidente sin mayoría absoluta" y gobernará desde el "diálogo y el consenso". "Me miraré en el espejo de Juan Ignacio Zoido, [alcalde de Sevilla], que es un ejemplo de eficacia y cercanía", señaló. Justo antes, el regidor hispalense pidió el voto para Arenas, un "líder responsable, preparado, con recetas contra la crisis que tirará del carro del empleo". Zoido llegó a decir que el "mejor regalo para los andaluces en 30 años será el cambio" político.


Arenas pasó de puntillas por los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy y defendió que se le han pedido "sacrificios a todos los españoles menos a los parados y pensionistas". "Nos quedan tiempos difíciles", admitió. El acto se cerró con un reparto austero: botellitas de aceite que se envasaron para el congreso del PP y unos folletos divulgativos del Estatuto de 2007.

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