Economía

El PP considera que la reforma laboral será una cuna de "conflictos"

Rajoy carga contra Zapatero y Chaves pide un esfuerzo sindical

el 19 jun 2010 / 21:03 h.

Sáenz de Santamaría, ayer, con unas simpatizantes del PP en Zahara de los Atunes.

El PP cargó ayer contra la reforma laboral y no reveló el sentido de su voto cuando haya que convalidarla el próximo martes en el Congreso de los Diputados, mientras que desde el Gobierno se llamó a los sindicatos para que hagan un mayor esfuerzo y la acepten.

Así, el presidente del PP, Mariano Rajoy, señaló que la reforma que ha aprobado el PSOE en tiempo de descuento, pero que no sólo no servirá para crear empleo en el país, sino que será un "germen de conflictos y discusiones ante los tribunales, que es lo peor que le puede pasar a la economía española".

También arremetió contra las medidas de José Luis Rodríguez Zapatero para recortar el gasto social, al considerar que son injustas, pero sobre todo "malas para la economía, ridículas y antieconómicas", y contra las subidas impuestos, que, en su opinión, "no sirven para nada".

Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Saenz de Santamaría, indicó ayer que la reforma laboral propuesta por el Gobierno "es la reforma laboral del desencuentro, del despido, del desánimo y del desencanto".

Saenz de Santamaría realizó estas declaraciones durante su intervención en la VII Escuela de Verano que el PP-A organiza en Zahara de los Atunes (Cádiz) y a propósito de las recientes declaraciones del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.

La portavoz popular analizó la situación económica actual y las medidas recientes emprendidas por Zapatero, de quien dijo que está al frente de un gobierno "solo e inestable"

"He escuchado al señor Corbacho diciendo en un corte en la radio que con esa reforma laboral no vamos a encontrar empleo, por eso es la reforma de la desilusión", señaló. A su juicio, de esas palabras se extrae la conclusión de que en España "no se creará empleo hasta que Rodríguez Zapatero pierda el suyo".

Y denunció. "Éste era el presidente que decía que nunca haría una reforma laboral sin el acuerdo de los sindicatos y, tras dos años de conversaciones, tenemos un decretazo de reforma laboral".

Saenz de Santamaría recalcó que el país tiene "dos problemas: el déficit del gasto y el déficit de credibilidad de José Luis Rodríguez Zapatero". "Son una combinación explosiva para el bienestar de todos los españoles", indicó, para después asegurar que el presidente del Gobierno deja un "agujero" debido a "los gastos sin control y a planes que no aportan valor añadido".

Mientras, desde el Ejecutivo habló Manuel Chaves, vicepresidente tercero, quien pidió un "esfuerzo de comprensión" ante esa reforma laboral y la situación actual de crisis. La petición la lanzó a los sindicatos, a los que aseguró que no se va a "situar a los empresarios en posición de ventaja frente a los trabajadores". Pero los sindicatos mantienen sus intenciones y sus críticas.

Dijo entender la reacción de los sindicatos y la convocatoria de huelga, aunque les sugirió que tengan en cuenta la situación que "estamos viviendo".

Espera Chaves que el PP, que "duda entre abstenerse o votar en contra de la reforma", cumpla con su "obligación" de partido que aspira a gobernar de "presentar en el Parlamento su alternativa a la reforma laboral".

En opinión del también ministro de Política Territorial, la razón por la que el PP no ha elaborado propuestas es porque ha dicho "no a todo" al Ejecutivo de Zapatero y sólo ha hecho "ruido". La crisis económica para este partido, agregó, es "sólo una oportunidad para arañar votos y llegar al Gobierno".

"No le importa el país, ni los ciudadanos, ni los pensionistas, ni los funcionarios, lo único que le importa al PP son los votos", zanjó Chaves.

El presidente de los socialistas ahondó en su crítica al PP cuando acusó a sus dirigentes de "debilitar la posición de España ante los mercados internacionales, porque están alimentando procesos especuladores contra España".

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