El Ayuntamiento de Tomares se parapetó ayer ante las críticas de la oposición y se hizo fuerte a partir de dos pautas. La primera fue negar su autoría y señalando de que, en el caso de existir las facturas, podrían corresponder preciamente al denunciante, Alberto Mercado, que tenía responsabilidades de gobierno PP y PA eran socios en el periodo 2007-2011 y un porcentaje (20%) del gasto en protocolo y representación. La segunda fue airear los trapos sucios de la oposición. Al andalucista se le achacó un agujero de 600.000 euros en facturas sin contabilizar y al PSOE se le removió el pasado y lo que, desde el Gobierno municipal del PP, califican como desmanes de la que fuera alcaldesa socialista hasta 2003, Antonia Hierro. El concejal de Hacienda, Miguel García de la Rosa (PP), señaló a Europa Press que el Consistorio maneja un presupuesto de unos cien millones de euros y las facturas señaladas por Mercado podrían corresponder a alguna de las atenciones protocolarias de esa época. García de la Rosa explicó que si el PA no enseñaba la factura cosa que finalmente hizo, no resulta posible esclarecer su procedencia exacta, apuntando al mismo denunciante. No sé si será alguna de sus facturas, ya que en sus áreas dejó un agujero negro de más de 600.000 euros en facturas sin contabilizar o registrar, dijo. Al hilo de ello, también le culpó de no justificar una subvención de 18.000 euros otorgada en 2008 a una entidad que venía de la mano de su propio hermano para celebrar en Tomares una muestra de artistas irlandeses y que, para cerrar el acuerdo, viajase a Irlanda con cargo al Ayuntamiento. Una acusación que Mercado avanzó que llegará a los tribunales. Pero no fue el único en recibir. Nada más conocer que el PSOE criticó públicamente las facturas de almuerzos y cenas cargadas al erario público, fuentes municipales se encargaron de retrotraerse a los tiempos en los que gobernaba el PSOE, poniendo de manifiestos que había cientos de facturas sin reconocer tanto de restaurantes como de hoteles.
