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El PP fuerza el silencio del alcalde

El Pleno acaba en bronca y con segunda parte el martes

el 18 mar 2011 / 18:55 h.

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Un Pleno que venía precedido de las acusaciones de "corruptos" del PP a IU; y las denuncias de la federación del carácter "franquista" de los populares no podía acabar de otra forma. La penúltima -ya antepenúltima- sesión antes de las elecciones finalizó entre incomprensibles errores, amenazas de expulsión, insultos y ruido. Mucho ruido. Todo estalló en un asunto aparentemente menor al final de la jornada, pero empezó mucho antes, aunque haya quien, quizá inmunizado, destacara una mayor cordialidad de la prevista entre los grupos en la primera parte de la sesión. Todo se inició con el edil del PP Joaquín Peña, aludiendo a una supuesta "halitosis" del delegado de Urbanismo. Siguió con el coordinador de IU, José Manuel García, vinculando a la oposición a "la extrema derecha". Tuvo su siguiente episodio en un Beltrán Pérez acusando al delegado de Empleo de pagarle un viaje a "su mujer" a Cuba; y en éste respondiéndole preguntándole por su esposa -también edil del PP-. Estuvo salpicado de gruesas e injustificables descalificaciones incluso a periodistas presentes en la sala. Y, como broche, en medio de un desconcierto generalizado, contó con un PP silenciando al alcalde, y un Monteseirín aceptando con resignación y para evitar males mayores las protestas de la oposición.

El desenlace de la sesión, que los socialistas plantearon con la intención de llegar al máximo número de acuerdos, y en la que PP e IU tenían diseñada una guerra abierta, fue así más que sintomático. No sólo de un Pleno, sino de todo un mandato. El PSOE llevaba por urgencia -pese a que el acuerdo llevaba casi dos meses listo y se le había pedido expresamente al concejal que entrara por ordinario- un acuerdo para que los funcionarios anteriores a 1993 dejaran de tener un seguro privado y pasaran a la Seguridad Social. La medida había sido aprobada por unanimidad política en el Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria. Incluido el PP. Pero entre los sindicatos hay división: los sindicatos profesionales -Sppme en Policía y SPB en Bomberos- rechazan el acuerdo que avalan UGT y CCOO. El PP decidió cambiar su voto y negar la urgencia. PSOE e IU necesitaban mayoría absoluta y Rosamar Prieto-Castro no votaba -esta vez no se equivocó, estaba excluida por ser funcionaria-. Un error bloqueaba el acuerdo.

Y lo hubo. Por despiste o por fallo técnico Eva Patricia Bueno no votó. Y todo estalló. Al contrario de lo que hizo el PP hace un mes con la comisión de investigación de Mercasevilla, esta vez no permitió la rectificación. Entre gritos, protestas y un evidente malestar de su grupo -en el que las voces críticas a su presidencia son generalizadas- Prieto-Castro acabó dándole la razón al PP y vetando que se repitiera la votación. Se sucedieron las intervenciones. Ninguna del PSOE, hasta que el portavoz, Alberto Moriña, hizo amago de hablar, y el alcalde se lanzó. Prieto-Castro, recurriendo al "porque lo digo yo", le dio la palabra. La oposición empezó a protestar y a interrumpirle. "No me obliguen a expulsarles del Pleno", repitió en varias ocasiones. Y Monteseirín empezó: "Es otra muestra de filibusterismo político. Le falta respeto al Pleno". Le pararon. Y volvió a intentarlo: "Pido que guarden las formas". Le detuvieron de nuevo. Hasta que le callaron: "No seguiré hablando". El broche lo volvió a poner la presidenta: "Muy mal señores del PP. Aquí ya no habla nadie más". Y zanjó el debate dejando a varios socialistas, como Francisco Fernández, con la palabra en la boca. Fue Antonio Rodrigo Torrijos, quien retomó la iniciativa: salió corriendo, interceptó al alcalde, y le hizo una propuesta: un Pleno extraordinario para debatir el punto que el PP frenó. Será el martes. Esta vez sí, la penúltima.

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