La burla del acento andaluz de la ministra de Sanidad y aspirante a ser la candidata socialista en Madrid, Trinidad Jiménez, ha generado un aluvión de críticas dentro y fuera de Andalucía al diputado madrileño del PP Juan Soler, del que se ha desmarcado su propio partido. Tal fue la indignación colectiva que Soler tuvo que pedir perdón por los "desafortunados comentarios" que escribió en su blog. De la ministra, nacida en Málaga, había dicho que "le faltan fondo y cuajo madrileño", que "suena extraña" y que su habla "le hace más apta para Dos Hermanas o Vélez-Málaga" que para Madrid.
Soler, que no cree que este asunto pueda costarle la apertura de un expediente en el PP, aseguró que "en ningún momento pretendía ofender a nadie, y si lo ha hecho, lo lamenta". "No ha sido con mala intención", añadió. En un comunicado que envió en la tarde de ayer explicaba que ya había trasladado sus disculpas al presidente del PP de Vélez-Málaga, Francisco Delgado Bonilla -uno de los más duros con su compañero de filas que incluso pidió la apertura de un expediente disciplinario- y dijo que éste las aceptó. La primera aclaración de su polémico comentario no había cerrado la polémica desatada en Andalucía y Madrid. Soler se había limitado a matizar por la mañana que no pretendía criticar el acento malagueño de Trinidad Jiménez, sino decir que éste "la distancia del elector medio de Madrid" y hace que ella suene "de fuera". "Es lo mismo que si yo hablara todo el tiempo con acento pejino, que es santanderino duro, pues iría raro en Madrid", comparó.
La protagonista en cuestión no habló ayer públicamente del caso, pero sí lo hizo su rival en las primarias socialistas por Madrid, el líder del PSM, Tomás Gómez, quien condenó el "tinte discriminatorio y xenófobo" de las palabras del diputado regional del PP, que son un "despropósito" y están "fuera de lugar". Por su parte, el consejero madrileño de Economía, Antonio Beteta, quiso marcar distancias con su correligionario al afirmar que "en Madrid ya nadie se pregunta de dónde se viene".
Otra ministra andaluza, la de Igualdad, la gaditana Bibiana Aído, también recurrió a su bitácora en Internet para preguntar si los conservadores españoles tienen "tanta rabia" al acento andaluz porque "es el del progreso" y "el de la solidaridad". Aído subrayó la trayectoria y "demostrada valía política" de Jiménez y añadió que Madrid no exige "peaje lingüístico para soñar con ella y construirla entre todos aquellos madrileños que, como los bilbaínos y los gaditanos, nacen donde les da la gana".
El consejero andaluz de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, consideró las palabras de Soler un "insulto" a Andalucía y culpó al líder del PP-A, Javier Arenas, de que se repitan estas actitudes "antiandaluzas" en su partido. Desde las filas del PP andaluz, el único contundente fue el candidato en Vélez, quien tildó los comentarios de "reprobables e inaceptables". La portavoz parlamentaria popular, Esperanza Oña, admitió que "no gustan" las palabras del portavoz adjunto en la Asamblea de Madrid, pero cree que "ya se ha disculpado", mientras que quien no lo ha hecho es la senadora del PSOE por Jaén, Adoración Quesada, "que se burló del número de parados en Andalucía y dijo que éstos acudían a los centros comerciales en Mercedes".
alcaldes ofendidos. También hablaron los regidores de los municipios a los que el diputado popular hacía referencia en su blog. La alcaldesa de Vélez-Málaga, la socialista María Salomé Arroyo, anunció que su grupo presentará en el próximo pleno una moción en la que se pedirá que se repruebe a Soler. Arroyo hizo hincapié en que "no es la primera vez que miembros del PP arremeten contra Andalucía y los andaluces, mofándose de nuestro acento, cuando nos sentimos orgullosos de él". Por su parte, el alcalde de Dos Hermanas (Sevilla), Francisco Toscano (PSOE), aseguró en referencia a las polémicas manifestaciones que, "como dice un viejo refrán, no ofende quien quiere, sino quien puede".
