El Partido Popular ha pasado de tener seis representantes a diez en el pleno de la Diputación de Sevilla tras los resultados obtenidos en las elecciones municipales del 22 de mayo. El grupo popular estará compuesto por tres alcaldes: Dolores Rodríguez (Palomares del Río), Domingo Delgado (Burguillos), y Juan Ávila (Carmona), además de los concejales Eloy Carmona (Tomares), que será el nuevo portavoz, Virginia Pérez (La Rinconada), José Leocadio Ortega (Pilas), Juana Rodríguez (Castilleja de la Cuesta), Carmen Hornillos (Alcalá de Guadaíra), Juan de la Rosa (Mairena del Aljarafe) y Luis Paniagua (Utrera).
De éstos, cuatro fueron los cabezas de lista del PP en las pasadas elecciones y los tres que no lo son, pertenecen a pueblos en los que los populares presiden el gobierno municipal o forman parte de él. Hay que destacar también que ocho de los diez pertenecen al Partido Judicial de Sevilla, lo que da muestras del crecimiento del PP en la capital y su área metropolitana.
Así lo reconocieron ayer los populares en su comunicado: "La designación de estas personas se ha basado principalmente en que cada uno de ellos ha representado el motor que ha dado el vuelco a esta provincia". Y se refleja en el hecho de que el nuevo portavoz sea la mano derecha del presidente provincial, José Luis Sanz, en el Ayuntamiento de Tomares, que continúa Dolores Rodríguez, ahora como alcaldesa de Palomares del Río, y que hay un concejal del PP del recién ganado Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe, a los que hay que sumar dos alcaldes de municipios en los que por primera vez gobierna el PP: Burguillos y Carmona.
El paso de Juan Bueno a la portavocía del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Sevilla va a suponer que en este próximo mandato no haya ningún representante del Consistorio hispalense en la Diputación, aunque no es algo extraño: en el mandato 2003-2007 tampoco había ninguno y en la anterior sólo Bueno.
El PP ha animado a sus futuros diputados -todavía no hay fecha para la constitución de la nueva corporación provincial- a "llevar la voz de los pueblos y de los sevillanos a la Diputación y luchar, desde una oposición constructiva, para que esta institución recupere su sentido como administración provincial y el rumbo que nunca debió de perder".
