"El PP es el que tiene las soluciones". Con esta rotundidad habló ayer la flamante secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, erigida ya en la voz oficial del partido. La nueva número dos de Rajoy ofreció al Gobierno el apoyo del PP para salir de la crisis y consideró una irresponsabilidad renunciar a esa ayuda.
Cospedal condicionó este apoyo al reconocimiento de la gravedad de la situación por parte del Ejecutivo. Durante unas jornadas económicas organizadas por el PP en Madrid, explicó que el PP trabajará con el Gobierno en beneficio de todos los españoles para paliar el ajuste económico y afirmó que sería "una gran irresponsabilidad" que Zapatero no aceptara esa ayuda.
Según Cospedal, las propuestas de su partido son las que realmente necesitan los empresarios y los trabajadores españoles. "Nosotros sabemos hacerlo y no un gobierno que no quiere ver la situación de crisis en la que estamos", indicó.
Por su parte, el coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, aseguró que la crisis económica que sufre España es la mayor de toda su historia y está derivando en una crisis política gracias a la inacción de un Gobierno que ha destruido el modelo de crecimiento que puso en marcha el Partido Popular. Según Montoro, se podría decir que España está atravesando un periodo de "crisis perfecta" porque todos los indicadores macroeconómicos son negativos.
Así, se refirió a la elevada inflación, que crece muy por encima de lo que lo hace la actividad económica, la destrucción de empleo, la pérdida de confianza de los agentes económicos, el déficit exterior y la falta de estabilidad económica.
Montoro recordó que, para salir de la crisis, el PP propone una batería de propuestas basada en la austeridad presupuestaria con una limitación del crecimiento gasto público hasta el 2% en 2009, una reforma legal de la estabilidad presupuestaria y rebajas de impuestos centradas en las deducciones por vivienda, la bajada de cinco puntos de Sociedades y recortes en las cotizaciones a la Seguridad Social.
Asimismo, propuso una nueva reforma laboral y una lucha intensa contra las subidas de precios, al tiempo que apostó por aumentar la competitividad de la economía española, aprobar una ley de unidad de mercado para restaurar la confianza de los agentes económicos y promover la competencia en todos los sectores y de manera especial en los hidrocarburos.