El PP ha ordenado a sus barones dar la espalda hoy al modelo de financiación autonómica. Las comunidades populares están divididas entre votar en contra o abstenerse y también está en el aire si rechazarán el dinero. Alegan que el sistema privilegia al "caladero de votos del PSOE: Andalucía y Cataluña".
"El caos está servido". Este aviso que lanzó el líder del PP, Mariano Rajoy, puede ser premonitorio de lo que vaya a ocurrir en su partido con la financiación. Ayer el portavoz económico, Cristóbal Montoro, y el vicesecretario Territorial, Javier Arenas, reunieron a los consejeros de Economía de las comunidades populares para fijar una posición común con la que acudir hoy al Consejo de Política Fiscal y Financiera. El PP ordenó a los suyos que "no apoyen" el modelo del Gobierno, pero no hubo unanimidad respecto a si votarán en contra o se abstendrán.
Los populares no respaldarán el sistema porque es "insolidario" y se ha diseñado para "favorecer a determinadas comunidades". Eso reza el comunicado oficial, pero varios dirigentes señalaron abiertamente a Andalucía y Cataluña como las grandes beneficiadas. "Son el caladero de votos del PSOE", dijo el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Un día antes, el consejero de Economía de Madrid, Antonio Beteta, criticó que estas dos regiones se lleven "la mitad" de los 11.000 millones adicionales que pondrá sobre la mesa el Gobierno. Este argumento desmonta la tesis de Arenas, que desde Andalucía repudia el modelo porque, según él, no convierte a esta comunidad en la que más gana.
Las autonomías del PP no están en el mismo punto. Algunas como Madrid, Valencia o Murcia son las que más se beneficiarían con el nuevo sistema porque atenderá su gran incremento de población. Madrid aseguró estar abierto a negociar, Valencia advirtió de que no renunciará "a un sólo euro" de lo que le corresponde y Murcia criticó que el modelo penalice a las regiones que bajen impuestos. La Rioja y Castilla y León tienen menos que perder si votaran en contra, pero ambas confían en poder incorporar sus reivindicaciones.
A pesar de la oposición del PP, el modelo será ratificado hoy porque cuenta con el sí de la mitad del CPFF. Lo que está en el aire es si las comunidades populares rechazarán los recursos extra, algo difícil en tiempos de crisis. Esa decisión la tomarán en las comisiones bilaterales que celebrará el Gobierno con cada comunidad una vez que el sistema de financiación se apruebe en el Congreso. Aunque la ministra de Economía, Elena Salgado, garantizó que no se castigará a los ciudadanos que vivan en comunidades que se descuelguen del modelo, tiene margen para no compensarlas en el futuro. Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha rechazaron en el 96 el modelo de Aznar. Recibieron recursos en función del sistema anterior y perdieron dinero respecto al resto. Años después, tras negociar con el Gobierno, fueron compensadas. Zapatero entregó 2.500 millones a Andalucía en 2004. Los barones populares tienen ahora la palabra.