El PP sabe que aunque movilizara a todos sus votantes en marzo no sería suficiente para arrebatar la presidencia de la Junta a Manuel Chaves. De ahí que parte de su estrategia se centre en pelear por el voto "agotado" del PSOE en 136 municipios andaluces.
La enorme brecha que separa a los dos grandes partidos -los socialistas le sacan 24 diputados de ventaja a los populares en el Parlamento- ha obligado al PP a dirigir sus esfuerzos en 223 municipios que considera "prioritarios" para hacer posible el "vuelco electoral". En la mayoría de ellos, gobernados por socialistas, el principal partido de la oposición intentará captar a los electores que cree "cansados y desgastados". El listado se completa con municipios donde mandan los independientes que no se presentarán a las autonómicas y con los ayuntamientos en los que el PP ganó terreno en las municipales.
"En estos lugares vamos a hacer una tarea especial de pico y pala, de estar mucho en la calle para detectar las necesidades e inquietudes de los ciudadanos. Son municipios en los que estamos viendo cambios. En algunos, por primera vez, tenemos responsabilidades de gobierno, y en todos el voto de centro es completamente decisivo", aseguró a este periódico el líder del partido, Javier Arenas.
Aunque las ocho provincias son "prioritarias", el Partido Popular sabe que está más fuerte en Almería -donde Javier Arenas baraja encabezar la lista- y Málaga. En 2008, el aumento de población en Almería le hace ganar un diputado en el Parlamento que pierde Córdoba. Sin embargo, la escisión con el PAL de Juan Antonio Enciso, alcalde de El Ejido, que concurrirá a las próximas autonómicas, podría arañarle hasta un escaño a los populares. No obstante, y sólo en esta coyuntura, la coincidencia con las generales beneficiará al PP, ya que los ciudadanos podrán votarlo en ambas citas electorales.
Por su parte, en Málaga, tratarán de aprovechar la crisis interna del PSOE en esta provincia y, además, se apoyarán en sus referentes con más tirón: Marbella, gobernada por Ángeles Muñoz con mayoría absoluta, y Fuengirola, cuya alcaldesa, Esperanza Oña, liderará la lista de Málaga al Parlamento. El PP estima que tiene más posibilidades de crecimiento en Granada, Córdoba -el cabeza de lista, José Antonio Nieto, es uno de los hombres fuertes de Arenas- y Cádiz, donde recibió un fuerte golpe en las municipales al perder Sanlúcar y Barbate. En Jaén, considera que los resultados son inamovibles.
El estudio elaborado por esta formación da prioridad a los municipios pequeños (el 43% tiene menos de 10.000 habitantes) y de interior, que es el talón de aquiles del PP. De hecho, el análisis excluye a las ocho capitales por ser la piedra angular del partido tras ganar en todas en las elecciones locales.
Asimismo, los populares intentarán sacar tajada, en ayuntamientos andalucistas como el de Marchena y Utrera (en Sevilla), feudo del PA, Vera (Almería), Ubrique (Cádiz), del descalabro del partido de Julián Álvarez. Si se repite el mismo esquema de los comicios de mayo, parte del voto andalucista podría ir a la formación de Arenas. También esperan ganar electores en 17 municipios gobernados por IU, animados por las luchas de poder en las filas izquierdistas.
Por último, el Partido Popular pretende subir en 53 pueblos donde actualmente gobierna. En muchos de ellos exprimirá los buenos resultados que obtuvo en las municipales. Es el caso de Marbella, Vélez-Málaga, Tomares, Andújar, Motril y Níjar -estos tres últimos se los arrebató al PSOE en mayo-. Tendrá en cuenta, además, aquellos ayuntamientos que el 27-M se vieron consolidados, como Morón de la Frontera, Bollullos de la Mitación y Pilas (todos en Sevilla). En definitiva, 223 municipios preferentes para dar la vuelta a unos sondeos que dan la victoria a los socialistas.
