La irrupción de Sortu -el nuevo partido de la izquierda abertzale- está a un paso de convertir (todavía más) la lucha contra el terrorismo en otra arma de confrontación política. El PP anunció ayer que su partido romperá con el Gobierno si permite que esta formación participe en las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo.
Una decisión que corresponderá al Tribunal Supremo (TS) una vez que el Ministerio del Interior recurra los estatutos ante la Fiscalía General del Estado.
La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, explicó que el PP no se va a "enfadar con el Gobierno" socialista porque les acuse de no querer el fin de ETA, pero advirtió de que sí lo harán si el Ejecutivo permite que "los terroristas campen y ocupen posiciones". "Ahí, sí que nos vamos a enfadar y vamos a romper. No vamos a consentir que el PSOE negocie con ETA porque no es positivo para acabar con la banda y no vamos a consentir que ETA gane ni un paso a los españoles", sentenció Mato en Telemadrid.
Mato insistió en que ni siquiera piensa en la posibilidad de que Surtu estuviese los comicios. "Sería tan intolerable que el Gobierno permita que los terroristas se presenten a las elecciones a través de unas siglas, que ni siquiera quiero planteármelo. Estoy segura de que eso no va a pasar porque no creo que el Gobierno socialista sea tan incauto, tan ingenuo o tan traidor como para permitir que eso pase", dijo.
Unas palabras que rememoraron la crispación existente durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero tras el anuncio de tregua por parte de ETA y la polémica con la autoría de los ataques del 11-M.
Ante este ambiente el propio presidente del Gobierno reclamó que el debate sobre la "pretendida legalidad" de Sortu sea "lo más objetivo posible dentro del Estado de Derecho". En una comparecencia de prensa en La Moncloa al término de su reunión con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el jefe del Ejecutivo reiteró en que se verá con el tiempo si el paso dado por la izquierda abertzale es importante o no para el fin de la violencia en el País Vasco.
También el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, apeló a la unidad entre partidos en materia de lucha antiterrorista en "este momento tan delicado" pero también "tan esperanzador" que ha producido la aparición del nuevo partido. Además, Jáuregui pidió "establecer un principio de respeto institucional" para que los tribunales puedan dictaminar sobre la legalización de Sortu. Más contundente se mostró el titular de Justicia, Francisco Caamaño, quien manifestó que, "a pesar de lo que digan los estatutos", "ETA sigue existiendo", y que no basta "con buenas intenciones escritas en un papel, sino que es necesario cumplir todas y cada una de las exigencias de la ley".
Informes para el fiscal. Asimismo, fuentes oficiales informaron a Europa Press, que la Policía y la Guardia Civil elaboran desde el pasado lunes nuevos informes sobre Sortu y su posible relación con la ilegalizada Batasuna. Estas mismas fuentes precisan que el resultado de estas nuevas investigaciones se remitirán en los próximos días tanto a la Fiscalía General del Estado como a la Abogacía del Estado junto con los propios estatutos del partido en los que se hace una condena "abierta" y "sin ambages" de la violencia de ETA.
Tampoco la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) está dispuesta a tolerar la presencia de Sortu el 22-M. La presidenta de la organización, Ángeles Pedraza, anunció ayer que los colectivos de víctimas están unidos para poner en marcha todos juntos una campaña de movilizaciones si el Ejecutivo no impide su participación en las elecciones. Pedraza exigió al Gobierno que "no pase la pelota" a los tribunales. Y es que el recelo es mayúsculo. Más de un 70% de los españoles no quiere que Sortu esté el 22-M, según laSexta.
