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El PP saca músculo en el bastión socialista y augura la alternancia

ElPP exhibió ayer su fuerza en Dos Hermanas, bastión de los socialistas. Unas 30.000 personas, según la organización, abarrotaron el velódromo nazareno y pidieron la dimisión de Zapatero.

el 27 sep 2009 / 20:42 h.

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Rajoy y Arenas, en el acto de ayer de Dos hermanas
A más de uno en el PP le imponía el reto de llenar el velódromo de Dos Hermanas, el escenario donde históricamente los socialistas han celebrado sus grandes convocatorias. Ayer los populares estaban exultantes porque lograron abarrotar el recinto, donde caben unas 22.000 personas. Unas 30.000, según la organización, asistieron al acto central del partido -la mayor movilización del PP andaluz- y hasta 40 autobuses, muchos de ellos de Almería, se quedaron fuera porque ya no cabía un alfiler. No es de extrañar, por tanto, que los populares calificaran el momento de "histórico" y que hasta Javier Arenas, el urdidor de la cita, hablara del "espíritu de Dos Hermanas", símbolo, a su juicio, de que el cambio político en Andalucía y España está más cerca que nunca.

El acto estuvo cargado de símbolos. No es un asunto baladí. El PP quería demostrar que es capaz de movilizar a tanta gente como el PSOE en una ciudad donde el alcalde socialista, Francisco Toscano, lleva gobernando desde el inicio de la democracia. Sevilla es un agujero negro para los populares y la provincia de España donde hay más distancia con el PSOE. Arenas sabe que si no consigue avanzar en Sevilla es difícil que llegue a la presidencia de la Junta. Y Mariano Rajoy, lo mismo. Por eso el líder del partido aceptó la propuesta del dirigente andaluz y ambos reivindicaron que Dos Hermanas "no es propiedad de ningún partido".

Hubo un mensaje claro que repitieron todos los oradores: los Gobiernos socialistas están dando "bandazos" con la crisis y sólo el PP podrá sacar al país y a la comunidad de ella. "Las cosas se pueden hacer de otra manera. Nadie se merece tanta chapuza e improvisación. El PP representa la esperanza para los parados", aseguró Rajoy. Los populares sacaron toda su artillería contra la subida de impuestos anunciada un día antes por el Ejecutivo. "Es perjudicial y no era necesaria", señaló el líder del partido, y añadió que el Gobierno aumenta la presión fiscal para "tapar los agujeros que ha creado con su política de despilfarro". Arenas suscribió este argumento y volvió a decir que si se convierte en el próximo presidente de la Junta la austeridad será su seña de identidad. El portavoz económico de los populares, Cristóbal Montoro, fue más allá y llamó "pandilla de inútiles" a los socialistas por su gestión ante la crisis. "No tienen remedio y cuando gobiernan en Madrid y en Andalucía la combinación es letal", afirmó. Montoro garantizó que esta situación "no habría pasado con el PP" y recordó que Aznar "sacó del hoyo económico a España en el 96".

en clave nacional. El acto tuvo más tintes nacionales que andaluces. Con gritos de Zapatero dimisión o Zapatero embustero respondía el público a cada alusión al presidente del Gobierno. No se mencionó, sin embargo, al presidente de la Junta, José Antonio Griñán. Hubo referencias al "sucesor de Chaves", pero la estrategia de Arenas es obviar su nombre para seguir ganándole en grado de conocimiento ciudadano.
Arenas, también vicesecretario Territorial del PP, dedicó parte de su intervención a elogiar al líder popular. "Aquí [en Dos Hermanas] ha estado varias veces Zapatero. La última vez vino en un avión Falcon del Ejército a engañar a los españoles. Tú has venido en AVE a decir la verdad", dijo. Aseguró que Andalucía será la "locomotora y el motor del cambio" para llevar a Rajoy a La Moncloa. El presidente del partido sólo se dirigió al líder andaluz en una ocasión, cuando apostó por recortar el gasto público "como ha hecho Feijóo en Galicia y como ha anunciado que hará Arenas". Los mensajes en clave nacional estaban muy estudiados. Los intervinientes pasaron de puntillas por el caso Gürtel, la presunta trama de financiación ilegal del PP que sacude al partido. Sólo la secretaria general, Dolores de Cospedal, hizo una referencia no expresa. Acusó al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "el mismo que salía en la tele diciendo que los GAL no existían", de "usar los instrumentos del Estado para perseguir al PP" en vez de dar datos sobre el "aumento de la delincuencia".
Los populares ignoraron el Gürtel pero sí hablaron de las fotos de las hijas de Zapatero con los Obama en Nueva York. Compararon la protección de la intimidad de las menores con la posibilidad de que las niñas de 16 años puedan abortar sin el consentimiento de los padres. Cospedal ironizó con la Ley de Economía Sostenible y se preguntó "si es sostenible que se tapen las caras de jóvenes porque tienen 16 años y, sin embargo, puedan abortar sin que se entere su padre". El comentario se llevó la mayor ovación. Arenas añadió que es "indignante que alguien se preocupe por el desamparo de unas jóvenes que salen en una foto y no por el desamparo de las que abortan". Aprovechó para volver a pedir que se cambie la Ley del Menor para evitar casos como los de Mari Luz y Marta.

crucifijos y terrorismo. En su discurso, Arenas repitió algunos de sus mensajes más recurrentes. Animó a la gente a "rebelarse" contra el Gobierno porque es un "insulto que Andalucía sea la comunidad con más paro y con más enchufados" y dijo que el millón de parados andaluces es "lo único que le quita el sueño". Aseguró que el PP, que aspira a conquistar el centro político, está aquí para "sumar, no para dividir, como hace el PSOE". "A mí me importa el porvenir de mis hijos y nietos, no los errores de mis abuelos", espetó. También se refirió a los crucifijos en los colegios. "Lo único que sobra es una cruz: el calvario de soportar a Zapatero", señaló. En presencia de la familia de Jiménez Becerril, Arenas reivindicó que el PP es el "partido de las víctimas del terrorismo".

El acto de Dos Hermanas significa también el pistoletazo de salida para las municipales. Flanqueando a los líderes del PP estaban los alcaldes, el gran valor del partido. A ellos les dijo Arenas que no bastará con ganar las elecciones, que hay que gobernar. "Ganar no es suficiente. Yo en Andalucía me comprometo a gobernar", afirmó. Juan Ignacio Zoido, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, asumió el envite y prometió devolver a la capital la "excelencia que ha perdido". Con los ánimos por las nubes, los populares dejaron claro que van "a por todas" y que, después de la cita en Dos Hermanas, caminarán "sin complejos".

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