-¿Cuáles son sus objetivos para el 9 de marzo? ¿Igualarán 2004?
-Se dan las condiciones para que los sevillanos vuelvan de nuevo a confiar en los socialistas.
-¿Le preocupa el cansancio del electorado tras tantos años con el mismo partido?
-El análisis válido es el que hacen los ciudadanos, que sienten afecto por el PSOE sobre la base del enorme cambio que se ha producido en Andalucía y también sobre su capacidad de hacer nuevas propuestas.
-Los socialistas subrayan que la abstención ayuda a la derecha. ¿Le preocupa la participación?
-El 9 de marzo debe ser un punto de inflexión para que todos aquellos que han trabajado en los últimos cuatro años, como es el caso del PP, en la crispación, en la bronca, en producir el desafecto de los ciudadanos hacia la política, tengan una respuesta contundente como la tuvieron en marzo de 2004 cuando se apoyaron en la mentira para seguir en el poder.
-Los ciudadanos creen que todos los políticos son lo mismo.
-Animo a los sevillanos y sevillanas para que el 9 de marzo elijan entre un modelo de sociedad que el PSOE representa, donde la solidaridad, la libertad, la ayuda a la familia, son las señas de identidad. En la otra parte hay otro proyecto que pone en duda a los inmigrantes colocando encima de ellos la sospecha peligrosa de que vienen a quitar puestos de trabajo o de que son potenciales delincuentes. Un modelo en el que el régimen de libertades está en la versión que el propio PP tiene sobre una familia tradicional en el peor sentido. Y un modelo en el que el cambio climático es un mal chiste entre Rajoy y su primo. Por eso es tan importante que la gente elija y porque están en peligro muchísimas de las cosas.
-¿Qué detecta en la calle?
-Detecto que crece el interés de la gente porque el PP de una vez por todas se ha quitado la careta centrista y ha enseñado la cara real de un partido plenamente de derechas, que a veces raya en la extrema derecha con sus discursos sobre la inmigración o la familia.
-¿Le duele lo de la Andalucía subsidiada?
-La candidata del PP al Congreso por Sevilla dice textualmente que "es un hecho objetivo que Andalucía es una región subsidiada". Es la visión de un dirigente que lleva muchos años en la política y al que seguramente su subsconsciente le está jugando una mala pasada porque está mucho más ligada al pasado que al presente. Mientras, nosotros ofrecemos la Andalucía de la alta velocidad, investigadora, la de la biomedicina o las energías renovables. Una Andalucía que confía en sus posibilidades.
-¿La pugna con la Iglesia se entiende desde la sociedad?
-A la inmensa mayoría de los ciudadanos les hubiera gustado que la Iglesia no hubiese entrado en campaña de manera partidista y poniendo en riesgo lo que han sido una serie de años de buena relación entre Iglesia y Estado.
(Lea la entrevista completa en la versión impresa de El Correo de Andalucía).
