El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se somete mañana a su segundo test ciudadano tras la mayoría absoluta obtenida hace poco más de cien días. El seguimiento de la huelga general convocada por los sindicatos y apoyada con más o menos contundencia por la mayoría de los partidos políticos del arco parlamentario servirá para medir el grado de descontento que despierta la política de reformas y recortes emprendida por el Gobierno del PP , una política que tras las elecciones andaluzas del pasado domingo va a coger velocidad de crucero. Los Presupuestos Generales del Estado, que se presentan el Viernes de Dolores, serán el primer aldabonazo de los muchos que quedan por dar.
Pero el Ejecutivo de Rajoy (que pasará a la historia por ser el presidente al que antes le han convocado una huelga general, la séptima del periodo democrático) se ha esforzado estos días por restar importancia al seguimiento (la guerra de cifras está servida) y mantenerse inflexible. El primero en dejarlo claro ha sido el ministro de Economía. Luis de Guindos ha asegurado que el Ejecutivo "no se moverá un ápice" de su propuesta de reforma laboral, en la que se consagra el despido por 20 días por año trabajado. "No hay duda de que no se modificará", ha apostillado De Guindos, en una clara estrategia del Gobierno popular por calmar más a los mercados que a los ciudadanos y a los sindicatos. Y es que las presiones sobre España se han agudizado en las últimas semanas. Ayer, el Íbex 35 cerró por debajo de los 8.000 puntos. La prima de riesgo se mantuvo en los 349 puntos, en lo que los analistas interpretan como una postura de los mercados de espera ante la posibilidad de que se unifiquen los dos fondos de ayudas extraordinarias de la Unión Europea para reflotar al sector financiero.
De Guindos ha expresado su deseo de que la jornada transcurra con normalidad. Todo hace pensar que sí (la normalidad fue la tónica en la última huelga contra el Gobierno de Zapatero ). Pero, al menos, en las nueve comunidades donde no se ha alcanzado un acuerdo para los servicios mínimos la situación será complicada. De hecho, los sindicatos no han garantizado que los servicios mínimos, finalmente impuestos, se vayan a cumplir. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha reclamado a todo aquel que sufra "coacciones" que suba las agresiones a internet.
La convocatoria de huelga general monopolizó la sesión de control al Gobierno de hoy. El PSOE ha intentado acorralar a la vicepresidenta del Gobierno, acusándola de imponer una reforma laboral sin diálogo ni consenso con los agentes sociales. Soraya Sáenz de Santamaría ha tirado de hemeroteca para responder: Rubalcaba, hace poco menos de un año como vicepresidente del Gobierno de Zapatero y en puertas de la huelga general que le hicieron los sindicatos al PSOE por su reforma laboral, aseguró que el texto era el que era y no que se modificaría bajo ningún concepto.
Pero la hemeroteca es capaz de sonrojar a cualquiera. Cayo Lara , el líder de IU, recordó a los ahora ministros del PP cuáles eran sus posiciones hace tan solo 100 día. Como muestra, lo dicho por Montoro: "El problema económico de España no se soluciona con el abaratamiento del despido". "A veces las huelgas hay que hacerlas por dignidad", sentenció el líder de la federación de izquierdas, crecida tras los buenos resultados de Andalucía y Asturias.