En un momento en que el diálogo social, que se retoma mañana, está en pleno atasco, el presidente del PP, Mariano Rajoy, urgió ayer al Gobierno a aplicar las reformas estructurales que necesita España para superar al crisis, pasando por la necesaria reforma laboral, aunque sea sin el acuerdo en el marco del diálogo social.
"Reforma laboral mejor con consenso, pero la falta del mismo, en su caso, no exime al Gobierno de sus responsabilidades, que para eso es Gobierno", advirtió. "Todos tenemos que hacer sacrificios", señaló.
Postura distinta de la mantenida por el Gobierno, que volvió, en boca de Octavio Granado, quien insistió en que la rebaja de cinco puntos de las cotizaciones sociales es algo inasumible y el punto de mayor bloqueo de la negociación.
"No creo que sea necesario que para que las empresas salgan de la crisis económica entre en crisis el sistema español de protección social", alegó.