A ningún sevillano se le escapa a estas alturas que uno de los aspectos que más ha cambiado en Sevilla durante la última década ha sido el referente a la movilidad. La apuesta por crear un modelo de ciudad sostenible ha tenido en el sistema de transportes uno de sus apéndices más destacados y, en este sentido, el Distrito Sur puede presumir de contar con uno de los referentes más destacados de este proceso. Se trata del intercambiador del Prado de San Sebastián, un espacio en el que confluyen los nuevos medios de transporte sostenibles, constituyendo una zona desde la que poder acceder al Casco Histórico desde cualquier punto.
Históricamente, el Prado siempre ha sido un nudo de comunicaciones importante para Sevilla. Un hecho al que en la actualidad se ha sumado su transformación en el nexo de unión entre la Línea 1 del Metro, el Metrocentro y las líneas de Tussam. El entorno de la Glorieta del Cid es el que soporta una mayor carga de ciudadanos que hacen uso de esta red de transportes para desplazarse al Centro, y que gracias a medios como el metropolitano permite a los sevillanos llegar hasta este punto desde tres poblaciones sevillanas -Dos Hermanas, San Juan de Aznalfarache y Mairena del Aljarafe-, consumiendo muy pocos minutos. A todo ello se suma el carril bici que también aporta un sinfín de beneficios a los vecinos.
En cuanto al uso del transporte privado, el distrito también ha sido sensible con respecto a su reordenación. El pasado diciembre, la Delegación de Movilidad inició la construcción de una rotonda en la Glorieta de San Diego, enmarcada dentro del plan de reordenación del tráfico en el entorno del Prado de San Sebastián. Con esta actuación se beneficia a los vecinos que llegan desde Los Remedios y a los que acceden desde la Avenida de Portugal. El objetivo pasa por agilizar la circulación en la zona, dotándola de mayor movilidad.
Las mejoras del tráfico en el distrito se han completado en estos años con la construcción de un aparcamiento subterráneo, dotado de unas 1.000 plazas, en el entorno del Hospital Virgen del Rocío. El centro hospitalario, ubicado en el entorno del barrio de Bami, es frecuentado a diario por más de 30.000 ciudadanos. Un hecho que, unido a la cercanía de la Clínica Sagrado Corazón, generaba graves problemas de aparcamiento.
