La inflación se situó en septiembre en el 2% -la tasa más alta desde noviembre de 2008, cuando alcanzó el 2,4%-, debido, principalmente, al ligero aumento de carburantes y de lubricantes, productos que bajaron el pasado año y al alza del IVA.
Así consta en el indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la Zona Euro- difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que refleja una subida de dos décimas en la tasa anual de septiembre respecto a agosto.
Si coincide con la inflación general (IPC), que se conocerá el 14 de octubre, supondría también un aumento de dos décimas en la evolución de los precios de la cesta de la compra. La tasa actual del 2% es superior a la prevista en su último informe por la Comisión Europea, que es del 1,6%.
Desde el Gobierno, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, señaló hace unos días que espera que en los próximos meses los valores "moderadamente" positivos del IPC se mantengan o tiendan a ser "ligeramente superiores" en la medida en que se recuperen la economía y el consumo.
La analista de Funcas María Jesús Fernández consideró que el aumento de dos décimas en septiembre entra dentro de lo esperado y auguró que el próximo mes podría continuar esta tendencia alcista con el incremento de dos o tres décimas, para acabar el año en el 2,3%. A su juicio, la subida del IVA que se produjo en julio no se ha trasladado totalmente a los precios y se está repartiendo progresivamente cada mes. En el mismo sentido se manifestó el experto del Instituto de Estudios Económicos (IEE) Gregorio Izquierdo al hacer hincapié en la influencia del alza del IVA, que continúa afectando a los precios.
