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El primer gran vendedor de sueños de la diosa Fortuna

La administración número 1 de Carmona que regente Valentín Pinaglia defiende su condición de la más antigua del país cuando se cumplen los 200 años de la Lotería Nacional.

el 03 mar 2012 / 11:51 h.

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La Lotería Nacional lleva dos siglos de sueños cumplidos. Así lo ha difundido con un sorteo que nació al abrigo de La Pepa , la ansiada Constitución española de 1812, y que hoy repartirá un gordo de 15 millones. Pero mucho antes de que los aires de democracia llegaran a este país, la diosa Fortuna ya había fijado sus ojos en un rincón de Carmona, donde sobrevive la administración de Lotería más antigua de España. Más incluso que la Lotería Nacional. Así lo defiende Valentín Pinaglia, la sexta generación de una familia de loteros, un oficio que la villa mantiene desde hace 248 años.

Pinaglia mantiene una pugna por la administración más longeva con un lotero de Sagunto, que exhibe un pergamino que fija el origen de su negocio en 1790. Sin embargo, no bajó los brazos y se zambulló en el archivo municipal de Carmona , donde rescató un acta capitular de 1764 donde el cabildo da cuenta de la autorización en la que se establece una Lotería Real en la villa por el marqués de Esquilache, que fue quién trajo este tipo de sorteo de Napoles.

"No olvidemos que a finales de 1763 se crea la Lotería Real", explica Pinaglia, que defiende que el éxito ha sido no la longevidad -otras se crearon antes-, sino su supervivencia ininterrumpida en esos dos siglos y medio, incluso con invasión napoleónica de por medio. Pedro Juan de Benavente fue el primer lotero, que repartiá suerte en la calle Vendederas, que era el corazón comercial de la época. Pasaría por un par de manos más hasta que, en 1831, llegó la saga familiar de Pinaglia con Cristóbal de Medina.

El curriculum de la administación, que toma como nombre la patrona de Carmona , la Virgen de Gracia, contempla cuatro gordos de la Lotería, un tercer premio de Navidad y hasta un teatro. Fue su abuelo, Diego José Gavira, el que en mayo de 1928, repartió un suculento premio con el número 8.076. Entre los agraciados, figuraba Bernardo Enrique Cerezo que gracias a ese premio construyó el Teatro Cerezo, ahora considerado uno de los momumentos insignes de Carmona. "Lo curioso es que se le olvidó de comprar los décimos [que siempre jugaba] y se lo llevaron a la misma estación antes de que marchara en tren", explica Pinaglia.

En su haber personal tiene un primer premio en 1988, con el que repartió 750 millones de pesetas con el número 40.213 y que, a su juicio, "cambió la ciudad". Lo que espera cumplir es el sueño de todo lotero: repartir el Gordo de Navidad . Antes, quién sabe, podría entregar hoy el premio con el que festejar a lo grande 200 años de Lotería Nacional.

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