El parque tecnológico de la Universidad Pablo de Olavide, en colaboración con la Junta de Andalucía y los ayuntamientos de Sevilla y Alcalá de Guadaíra, debería ser una realidad ya -según los plazos dados hace tres años- pero fue ayer cuando se le dio el "impulso definitivo". Con una reserva de 800 hectáreas de suelo, aspira a ser puntero en I+D agroalimentaria, biotecnológica y medioambiental.
Ya no se dan plazos sobre su puesta en marcha ni tampoco datos sobre el coste de este macro recinto en la Gran Sevilla. Este parque metropolitano de I+D lleva años durmiendo el sueño de los justos y ninguno de sus impulsores quiere ahora lanzar las campanas al vuelo. Por eso, paso a paso, el dado ayer tras una reunión mantenida en el Real Alcázar se considera el "último" para empezar a hacer realidad el proyecto.
Las tres administraciones implicadas y la Universidad Pablo de Olavide decidieron constituir la sociedad gestora del parque tecnológico, en la que cada uno tendrá un 25% del accionariado. Esto no será impedimento, sin embargo, para que en el futuro entre en dicho accionariado capital privado. Es más, según apuntó el propio alcalde alcalareño, Antonio Gutiérrez Limones (PSOE), sería lo deseable.
Mientras tanto, la decisión de constituir la sociedad gestora permitirá a los promotores presentarse a convocatorias de ayudas con las que empezar a levantar la tecnópolis.
Este recinto albergará desde centros de empleo y formación a servicios de investigación punteros, en los que poder hacer realidad la premisa de la transferencia de tecnología. La primera fase de la tecnópolis -en torno a medio millón de metros cuadrados- arrancará entre el año que viene y 2010.
Pero, en total, el recinto cuenta con una reserva de suelo de 800 hectáreas. "Cartuja 93 ha quedado colmatada", apuntó el alcalde alcalareño, a lo que el concejal de Urbanismo de Sevilla, Emilio Carrillo, apostilló: "Hay suelo para muchos lustros, no nos pasará como en Cartuja".
El recinto estará rodeado por viviendas (4.500 en el caso de Alcalá de Guadaíra y algo más de 4.000 en el caso de Sevilla), zonas verdes y una red de comunicación formada por el tren (la conexión ferroviaria con el Puerto y el aeropuerto) y la línea 1 del Metro de Sevilla. Pese a que la Universidad Pablo de Olavide está en terreno de los municipios de Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra y Sevilla, lo cierto es que la primera no está en esta iniciativa.
Es más: ha montado su propia Ciudad del Conocimiento. Esto significa que en un radio de no más de 20 kilómetros habrá dos grandes parques tecnológicos.
El viceconsejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Jesús María Rodríguez Román, y el alcalde de Alcalá de Guadaíra quitaron hierro a esta situación alegando que Dos Hermanas podrá sumarse al proyecto cuando quiera, y que, en cualquier caso, la "coordinación" será la tónica entre ambas iniciativas, según las palabras del primer edil alcalareño al término de la reunión.
