La Mancomunidad de La Vega está construyendo un vertedero sostenible -biorreactor- en un proyecto pionero no sólo en España, sino en toda Europa al tratarse del primero en una planta de residuos real. En él se acelerará el proceso de degradación de la materia orgánica, que se eliminará al 100%.
La puesta en marcha ha partido de la Fundación Centro de Innovación y Tecnología del Residuo de Andalucía (Citra), la Mancomunidad de servicios La Vega, como titular de las instalaciones, y Cespa Ferrovial, la empresa que gestiona el vertedero comarcal, ubicado en Alcalá del Río.
"Cuando se sella un vertedero siempre quedan partes donde la materia no se degrada", afirma el director del complejo medio ambiental La Vega, Raúl Villa. Con este sistema "se van a poner cada siete metros una serie de tuberías en las que se irán inyectando líquido [los lixiviados bajan al fondo por la gravedad] en función de que las sondas nos indiquen que a las bacterias les falta humedad para degradar la basura", señala. Todo ello irá por un circuito cerrado, "no va a salir nada al exterior".
Desde cero. Lo que convierte en pionero el proyecto de La Vega es que es el único que empezará desde cero, es decir, desde el estado inicial, sin tener residuos previos el vertedero. Para ello "hacemos dos vertederos, uno de explotación, como celda nueva, en el que trabajamos actualmente y que nos va a servir de comparativa, y una segunda celda [el "depósito controlado como biorreactor", señala la doctora en Biología, Lola Galindo] sostenible, que también va a empezar desde cero", afirma Villa para añadir que "vamos a tener las dos funcionando, siete meses una y luego siete meses la segunda controlando cada uno de los parámetros". "En principio, de 2009 a 2011 vamos a monitorizar todo el proceso, creando el modelo para, una vez que tengamos los datos y los parámetros, poderlos aplicar", destaca Galindo.
Con su puesta en marcha, afirma el director de La Vega, "vamos a conseguir que en 30 años el vertedero esté efectivamente muerto". El siguiente paso será trasladar el sistema al resto de vertederos, "porque cuesta algo más de dinero pero es más respetuoso con el medio ambiente". En España "no existe un vertedero sostenible como el que vamos a hacer", destaca Villa. La Universidad de Cantabria -que participa en el proyecto- ha hecho un programa que servirá para introducir los datos y hacer la comparativa.
Además, "a escala real, es el primero de Europa. Lo que entra a día de hoy en un vertedero es lo que vamos a usar en el proyecto". Esto lo diferencia de los trabajos realizados en la ciudad francesa de Toulouse, que es sólo un proyecto piloto. "Hemos hecho la caracterización de la basura que entra para luego analizar cómo se degrada con este sistema".
Villa resalta que "somos un complejo medioambiental público, de los ayuntamientos, por eso nuestra filosofía es que todo el conocimiento que adquiramos se lo facilitaremos a los vertederos públicos que quieran aplicar esta tecnología. El Citra puede ser el órgano que transmita este conocimiento técnico.
