Las viñas del Aljarafe no son conformistas ni se vanaglorian de la exquisitez que sus caldos dejan en el paladar. También cultivan el ingenio y se embarcan en proyectos que hasta la fecha eran de uso exclusivo de las bodegas del norte. Hace tres años, sin ir más lejos, fue Bodegas Salado la que lanzó a bombo y platillo Umbretum, su vino espumoso, que ya se ha hecho un hueco en las mesas sevillanas durante las fechas navideñas.
Pero este año se dará el salto definitivo, gracias al nacimiento del primer vino tinto de la comarca del Aljarafe. A finales de 2009 ya avanzó el gerente, Rafael Salado, de que habían plantado 5.000 cepas de uva tempranilla para hacer tinto. Y, después de la espera y un buen periodo de lluvias, se inició este sábado mismo la recolección, que sigue unos patrones diferentes a los que se practican en las viñas. Incluso en la recolección, que en el caso de la uva tempranilla tiene que ser a primera hora de la mañana.
La familia Salado lleva varias semanas pensando en el nombre de su nuevo producto, que presentará en sociedad a finales del próximo año. A pesar de la insistencia de los responsables de marketing, la familia parece tener bien claro cómo lo llamarán. Al igual que en su día salieron al mercado caldos como el de Abuelo Rafael o Tío Pedro, todos quieren que el vino tinto sirva de homenaje al que, con 80 años, es el presidente de las bodegas: Curro Salado.
Todo está preparado para su lanzamiento, aunque sin olvidar que su gran referencia sigue y seguirá siendo el mosto. Y es que muchos vecinos del Aljarafe ya se han acostumbrado al golpe seco del mosto pasando por sus gargantas. Y el mejor acompañante de un vaso o, seamos generosos, una botella del buen mosto son las aceitunas del Aljarafe, cuna de grandes olivares.
En botellas de tres cuartos de litro, dos litros o en cajas con dispensadores de cinco o 15 litros son algunos de los formatos que se pueden encontrar en las bodegas Salado. Mostum o Umbretum, vino achampañado, serán los nombres que más suenen de sus productos.
El frío del invierno, que ahora parece tan lejano, se hará mucho más soportable y delicioso sólo con una visita a la parte Este de la geografía sevillana. Si ve en algunos de sus bares a algunos lugareños jugando al dominó y vaso en mano, va por buen camino.
