Catalina Middleton y el príncipe Guillermo no saben todavía si el bebé que esperan será niño o niña, según aseguraron ayer fuentes de la familia real. El royal baby, como le llama la prensa británica, deberá llegar al mundo dentro de aproximadamente tres semanas. El nacimiento tendrá lugar en el Lindo Wing, el ala privada del hospital Saint Mary, situado en el barrio de Paddington, en Londres. Es la maternidad donde también llegaron al mundo los dos hijos de la princesa Diana. Guillermo estará presente en el momento en que su esposa dé a luz y se tomará dos semanas de baja de paternidad en su trabajo en la Royal Air Force.
El parto, a pesar de las especulaciones que han circulado, será natural, aunque no se descarta que Catalina se decida en el último momento por una cesárea. Los primeros en conocer el nacimiento de quien ocupará el tercer lugar en la línea de sucesión al trono británico independientemente de su sexo serán, de acuerdo con el protocolo, la reina Isabel II y el primer ministro, David Cameron. Ambos recibirán la notificación firmada por los médicos que atiendan a la madre. El anuncio formal, siguiendo la tradición, se colocará en un marco sobre un atril en el patio del palacio de Buckingham, a la vista del público.
El bebé recibirá el título de Alteza Real y de príncipe o princesa de Cambridge. La nueva familia se instalará en el Palacio de Kensington en otoño, cuando terminen las obras que comenzaron hace 18 meses. Sus apartamentos privados serán los que ocupó en vida la princesa Margarita, hermana de la reina. Los duques de Cambridge dispondrán de una docena de personal a su servicio, que pagará el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra.
Ante la gran expectación que el nacimiento está despertando en todo el mundo, los portavoces del palacio de Saint James pidieron el grado apropiado de sensibilidad para evitar incidentes como la broma que terminó con el suicidio de una enfermera que había pasado a la habitación de Catalina, entonces ingresada a causa del embarazo, una llamada de un programa de radio. También han recordado que se trata de un momento privado y muy personal.
