Los vecinos de Castilblanco de los Arroyos vivieron ayer su segundo día sin poder beber ni cocinar con el agua que sale de sus grifos. Pero esto no es una novedad para ellos. Están tan habituados a la baja calidad de ésta que apenas se acercaron a retirar el agua embotellada que Emasesa repartió en la tarde de ayer en la avenida de El Ejido y en la plaza Amarilla.
Y es que, como afirmó el concejal de Gobernación, José Manuel Carballar, "como la calidad es mala, porque las instalaciones del pantano son muy antiguas, están acostumbrados a beberla de botella". La solución, como afirmó el viernes el propio alcalde de la localidad, Segundo Benítez (PSOE), pasa por la construcción de una nueva estación de tratamiento de agua potable (ETAP), para la que la Junta de Andalucía se ha comprometido en licitarla próximamente.
"El equipo de gobierno actual ha llegado al compromiso con la Junta para construir la ETAP", aseguró Carballar, en respuesta al comunicado emitido por el anterior alcalde, Manuel Ruiz Lucas (NIVA), en las que aseguraba que durante su mandato había llegado a un acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para abastecer a Castilblanco desde el pantano del Cala y a construir una nueva ETAP, convenio que habría paralizado el gobierno actual PSOE-PP tras su llegada al Consistorio.
"No es cierto lo de la depuradora ni tampoco vamos a dejar de abastecernos del agua de Los Molinos. Nuestro pantano tiene bastante agua y el problema actual de la alta concentración de aluminio, que nunca se había detectado, se va a solucionar los próximos días, por lo que no hay que tomar otras medidas", como cambiar el pantano desde el que abastecer al municipio, afirmó el edil.
Para ello, técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y de Emasesa están trabajando "para averiguar la causa y solucionarlo lo antes posible", señaló, y añadió que "aunque no es aconsejable el consumo por boca, pero sí para el uso doméstico, el agua no entraña problemas para la salud".
Precedentes. Aunque un caso como el actual de alto nivel de aluminio en el agua del pantano Los Molinos es la primera vez que sucede, no ocurre lo mismo, como reconocen desde el Ayuntamiento, con la pésima calidad del agua que sale de los grifos. Sin embargo, hasta ahora los principales problemas de mal olor, color y sabor del agua se produjeron en época de sequía, cuando el nivel del agua del pantano era tan bajo y de tan mala calidad que incluso, en el verano de 2009, aparecieron centenares de peces muertos.
Desde entonces, e incluso antes, los vecinos se han acostumbrado a beber agua embotellada. A finales de noviembre del mismo año, 20 días antes de que comenzara la larga temporada de lluvias del invierno pasado, una vecina, Manuela Jiménez, aseguraba a este periódico que "hasta para lavarnos los dientes usamos agua embotellada".
Esta situación mejoró en algo cuando el pantano, como el resto de embalses de la provincia, se llenó de agua, pero "las infraestructuras de la actual depuradora de agua potable son obsoletas", afirmó el alcalde, con lo que la gente continuó bebiendo agua embotellada a la espera de la prometida, y comprometida, nueva depuradora que venga a solucionar el largo problema.
