El proyecto de Ikea para abrir una segunda tienda en Sevilla dio ayer su primer paso con el nuevo gobierno. Después de años de negociaciones, en los que los propietarios y la empresa se negaron a cambiar sus planes que suponían un aumento de la edificabilidad que rebasaba los límites establecidos en el Plan General de Ordenación Urbanística, la Junta de Gobierno aprobó ayer inicialmente un plan parcial que se ajusta al PGOU, según anunció el gobierno local. Esto significa sobre el papel que Ikea renuncia a los 149.000 metros cuadrados edificables para una gran superficie comercial -41.000 más de los que permite el documento marco urbanístico- y que el Consistorio desiste de su intención de realizar una modificación estructural del PGOU para permitirlo. Pero eso, de momento, sólo es sobre el papel. El portavoz del Gobierno, Francisco Pérez, eludió concretar si se paraliza la modificación ya iniciada por Urbanismo o si hay un acuerdo con la multinacional sueca para el proyecto . Ikea ya ha mostrado, de hecho, su rechazo a cualquier diseño que le obligue a renunciar a la edificabilidad que pretende, no para construir su tienda, sino para explotar comercialmente el resto de la superficie de uso terciario.
Lo único que está cerrado es el documento de aprobación inicial del plan parcial de San Nicolás Oeste -el primer paso para el desarrollo urbanístico de unos terrenos-, que ahora debe pasar unos trámites de alegaciones y la aprobación provisional y definitiva. Y estas siguientes fases parten con una revisión ya anunciada y exigida por el servicio de planeamiento de la Gerencia de Urbanismo, que hasta ahora siempre ha bloqueado el proyecto de Ikea. Según se recoge en el acuerdo el plan parcial debe "corregirse" antes de llegar a la siguiente fase: "Hay un exceso de 0,10 metros cuadrados de techo en la edificabilidad total de servicios terciarios, hay una escasa previsión de las condiciones de posición y de las distintas tipologías edificatorias que permitan establecer el control formal propio y hay una insuficiente ordenación pormenorizada de la parcela". Es decir que se mantiene la exigencia sobre los propietarios de los terrenos, y por tanto sobre Ikea que tiene un acuerdo con ellos para la explotación de los suelos, para que se cumpla el PGOU. Al menos, de momento. Porque el gobierno ya inició los estudios para adaptar la norma urbanística al nuevo marco legal autonómico e incluso llegó a reclamar a la Junta que apruebe el proyecto.
En cualquier caso, el proceso que se inicia ahora debe superar una serie de trámites y alegaciones que se prolongarán varios meses. Y en medio, hay un proceso electoral que puede ser determinante: los comicios autonómicos de marzo de 2012.
