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El Puerto avanza en el dragado del río con el campo en la calle

Las obras se licitarán tras el verano, cuando tenga luz verde

el 16 abr 2013 / 15:27 h.

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15008232El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Sevilla conoció ayer el proyecto constructivo del dragado de profundización de la Eurovía Guadalquivir, con carácter previo a su remisión a Puertos del Estado, que es el organismo que debe emitir el informe preceptivo sobre el proyecto. Este nuevo paso al frente para dragar el río Guadalquivir se realiza a pesar de la oposición frontal del campo, que ayer realizó una tractorada en Isla Mayor, y de las diferentes organizaciones ecologistas. La intención del Puerto de Sevilla, según explicó su presidente, Manuel Fernández, es que el proyecto sea licitado tras el verano, con el fin de que éste pueda encajar en el plazo temporal que regula el marco normativo financiero de los fondos europeos. Y es que aunque las previsiones contemplaban llevar el proyecto al consejo de administración para el primer trimestre de 2013, la moratoria establecida para la batimetría del cauce fluvial –estudio de las profundidades, en este caso para averiguar los niveles de acumulación de lodo del fondo del Guadalquivir– imposibilitó que la iniciativa pudiera llegar a tiempo a la sesión del consejo de febrero. El Puerto explicó en una nota que el dragado del río es “medioambientalmente viable, como recoge la evaluación positiva de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA)”. En este proyecto se contempla incrementar el calado del canal de navegación desde 6,8 metros en el tramo de la desembocadura hasta los 8,0 metros y desde los 6,5 metros en el canal fluvial hasta los 7,60 metros. Estos trabajos no se realizarán en las márgenes ni en toda la sección del cauce, sólo, según el Puerto, se ejecutará el dragado en los tramos necesarios. El objetivo de estos trabajos radica en “conseguir una mejora operativa, esencial y fundamental” en el río. Además, según la autoridad Portuaria, dicho incremento de calado es “mínimo” en relación al existente en la actualidad en otros puertos interiores europeos como Amberes (Bélgica), Hamburgo (Alemania) o Amsterdam (Holanda). El dragado de profundización completaría el proyecto de mejora de los accesos marítimos al puerto de Sevilla, “dando viabilidad y sentido económico y social completo a la misma, una vez realizada la nueva esclusa, y abre nuevas posibilidades a los sectores empresariales (empresas industriales y logísticas) radicadas en el área de influencia del puerto y al mercado laboral dependiente de las mismas, reforzando la actividad actual en Sevilla de los centros de producción y la apertura de nuevos mercados”, según el Puerto. Recuerda que el proyecto, “evaluado medioambientalmente de forma positiva”, cuenta con un “amplio” respaldo tanto de las organizaciones empresariales como sindicales más representativas para su completa ejecución. Una vez completados los trámites previos, el proyecto constructivo, con las medidas ambientales establecidas en la DIA para su ejecución, seguimiento arqueológico y ambiental del mismo, tal y como se realizó en el proyecto de la nueva esclusa, continuará su tramitación, remitiéndose a organismos como el Consejo de Participación de Doñana, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente –administración cuyo dictamen debe ser tenido en cuenta al ser la que realizó en su momento la DIA–, al objeto de que den a conocer sus aportaciones. Pero mientras el consejo de administración de la Autoridad Portuaría conocía el proyecto de dragado y daba el visto bueno al mismo, unos 500 tractores, convocados por la organización agraria UPA-A, se manifestaban en las calles de Isla Mayor para mostrar su rechazo a la obra porque “supondría la desaparición del cultivo del arroz. Según UPA-A, el sector arrocero se ha echado a la calle para advertir de que “todos los informes científicos reconocen por unanimidad que el dragado del río alteraría la calidad del agua y, por lo tanto, haría inviable el cultivo del arroz”, que da empleo de forma directa e indirecta a unas 5.000 personas. Además, el dragado, según UPA-A, también afectaría al algodón, tomate el cangrejo y la actividad pesquera.

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