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Economía

El proyecto para modernizar el riego del arroz queda otra vez aparcado

El sector denuncia la parálisis de una infraestructura que requiere 200 millones.

el 01 sep 2010 / 19:23 h.

Dos estudios públicos más un tercero que ni tan siquiera vio la luz acumula desde los ochenta el proyecto de modernización de los riegos del arroz en las marismas sevillanas del Guadalquivir.

Ahora, un cuarto informe, ya terminado por parte del grupo andaluz de ingeniería Ayesa y encargado hace tres años, "se quedará en el cajón de los papeles, pues ni hay dinero ni voluntad política para sacar adelante las obras".

Se trata de la queja de Manuel Cano, el director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla, quien denuncia que no sólo se tirará "a la papelera" el dinero público destinado a elaborar ese reciente informe de ingeniería (2,4 millones de euros), sino que, además, se agota el tiempo para que el proyecto pueda recurrir a la financiación europea.

Así, según los cálculos que en su día realizara la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la obra hidráulica requeriría una inversión total de 200 millones de euros. Mientras, Cano estima que la aportación de las arcas de Bruselas podría alcanzar hasta el 80% del coste.

Desde pequeño, Cano escucha esa cantinela de grandes infraestructuras que llevarán las aguas dulces al salino arrozal de las marismas. Y en éste no cabe sembrar otra cosa más que arroz, dado que es el único cultivo que soporta la sal que entra por el estuario del Guadalquivir, río del que directamente se riega el cultivo tras los desembalses de los pantanos.

A este problema de la sal, que es recurrente en cada campaña de siembra, se agrega el que los arroceros son los últimos regantes del Guadalquivir, y parte del agua desembalsada se dedica a compensar el contenido en sal que arrastra la corriente.

Por tanto, se consumen más recursos hídricos de los necesarios, de ahí que este sector es el primero que padece las restricciones en las épocas de sequía o de escaso nivel en los pantanos de la cuenca.

El objetivo, pues, del proyecto de modernización del regadío del arrozal es el de conducir hasta las marismas el agua sin sal que sale de los embalses, vía canales, y permitir la acumulación de la misma en balsas.

Manuel Cano considera que, si las obras no se pueden desplegar en su totalidad por la falta de presupuesto, que se realice por fases, de manera que los canales tengan prioridad. Las obras dependen del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. "Ninguna noticia tenemos de él ni de sus intenciones. Oficialmente este proyecto sigue adelante, pero oficiosamente está aparcado por los recortes presupuestarios", indica. La primera piedra se iba a colocar en 2011.

Una pelota en los tejados del Gobierno y de la Junta

La modernización de las infraestructuras de riego de los arrozales no sólo es un proyecto nacional, sino que en ella está implicada la Junta de Andalucía a través de la Agencia Andaluza del Agua, que en su día recibió el compromiso de la financiación estatal por parte de la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa. Se requiere que la obra esté incluida en la Estrategia Nacional para la Modernización Sostenible de los Regadíos, que aún se está elaborando.

Para que los arroceros puedan regar con normalidad, necesitan una aportación hídrica por campaña de unos 400 hectómetros cúbicos, la tercera parte del volumen desembalsado para todos los cultivos de la cuenca del Guadalquivir. El proyecto ahorraría hasta 150 hectómetros.

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