La jueza Alaya.
Conmoción, indignación y enfado. Así respiraba ayer el PSOE andaluz tras el nuevo auto de la jueza Mercedes Alaya, en el que imputa a 20 ex altos cargos y actuales responsables de la Junta por el fraude de los ERE. El giro en la instrucción fue un jarro de agua fría que empañó y acaparó el comité director del PSOE-A, donde el partido dio el pistoletazo de salida a las primarias para elegir candidato. Los socialistas entonaron el hasta aquí hemos llegado y salieron en tromba a criticar que la instrucción de la mediática jueza busque arruinar la agenda política del partido, según denunciaron. El número dos del PSOE-A, Mario Jiménez, censuró que Alaya haga una causa general contra los gobiernos de Chaves y Griñán. Es el mismo argumento que esgrimió ayer el PP sobre el escándalo de Bárcenas.
En los pasillos del hotel sevillano donde se celebró el comité director no se hablaba de otra cosa. Se palpaba el cabreo. Los socialistas, en definitiva, venían a decir que el auto no hay por dónde cogerlo y que carece de argumentos jurídicos. Y todos criticaron que la magistrada vuelva a interferir en el guion del PSOE. Ha cambiado descaradamente el tiro. Ha pasado de investigar quién se llevó el dinero a apuntar a todos los miembros del Gobierno menos a los aforados, denunciaba un alto cargo de la Junta. La instrucción tiene una finalidad clara, lamentaba otro.
Había mucha expectación por escuchar la reacción del presidente andaluz al nuevo auto judicial. Nada más comenzar su discurso, Griñán aludió a él sin mencionarlo expresamente: Hemos venido a hablar entre nosotros. Sin condicionantes. Nada ni nadie va a condicionar la agenda del PSOE, dijo. Sus palabras recibieron un gran aplauso. Minutos antes, el vicesecretario general fue mucho más duro con el nuevo rumbo que ha tomado Alaya. Recientemente insinuó en el Parlamento una connivencia entre el líder de la oposición, Juan Ignacio Zoido, y Alaya y ayer tildó de chocante e intolerable las coincidencias entre la instrucción y la agenda política del PSOE. Su partido no comparte que se impute a funcionarios honestos que verán manchada su trayectoria. El dirigente socialista hizo un llamamiento a la Fiscalía para que reaccione y ponga las cosas en su sitio, es decir, le pidió que recurra el auto, algo que solo pueden hacer los afectados y las partes. El PSOE-A no está personado en la causa pero la Junta sí.
No es la primera vez que los socialistas se quejan de las coincidencias entre los golpes de la jueza de los ERE y los momentos políticos más álgidos del PSOE. Ocurrió en las elecciones generales, cuando Alaya dictó un auto que señalaba a José Antonio Griñán en su etapa como consejero de Economía. Poco después, las declaraciones de dos de los principales imputados en la trama coincidieron con dos momentos clave de la campaña del 25-M. El exdirector de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, declaró dos días antes del arranque oficial y entró en prisión esposado la siguiente madrugada. A tres días de la jornada de reflexión le tocó el turno al exchófer de Guerrero, que confesó que compró cocaína y pagó juergas con dinero público. También ingresó en la cárcel.
