El PSOE andaluz ve "impensable" la convocatoria precipitada de un congreso extraordinario para refundar ideológicamente el partido tras el desastre de las elecciones municipales y autonómicas y para elegir al nuevo líder socialista y próximo candidato a la Presidencia del Gobierno en sustitución de José Luis Rodríguez Zapatero.
"En Andalucía hay una posición unánime en contra del congreso extraordinario. Todos los secretarios provinciales del PSOE están abiertamente en contra", admitieron ayer fuentes cercanas a la dirección regional del PSOE a un grupo de periodistas en los pasillos del Parlamento. La fórmula para reestructurar el PSOE de cara a las elecciones generales ha fragmentado el partido por dentro.
Hace un mes nadie discutía la opción de convocar unas primarias para elegir al nuevo secretario general y candidato a la Presidencia. Era la opción que planteó Zapatero al anunciar que no sería candidato en 2012 , y es una opción que viene recogida en los estatutos del partido.
Pero tras la debacle socialista en las municipales y autonómicas, algunos barones, como Patxi López, en Euskadi, Guillermo Fernández Vara, en Extremadura, Jorge Alarte, en la Comunidad Valenciana, o Pachi Vázquez, en Galicia, han desaconsejado la convocatoria de primarias y proponen sumergirse en un congreso extraordinario del que salga un proyecto nuevo y una Ejecutiva renovada.
Juntos han formado un bloque discordante que planteará un viraje en la hoja de ruta el sábado en el Comité Federal.
El PSOE andaluz, uno de los que más peso tiene en la Ejecutiva federal, se alineó el miércoles claramente con Zapatero a favor de las primarias. Los ocho secretarios provinciales fueron consultados por la dirección regional y ninguno aprueba la convocatoria de un congreso.
"Un congreso extraordinario supondría elecciones anticipadas. Quien no vea esto, no ve nada", sentenciaron las mismas fuentes. Los socialistas andaluces creen que "un Gobierno con una persona al frente que ya no es secretario general ni va a repetir como candidato a la Presidencia no tiene sentido". Y que eso obligaría a un adelanto electoral. Esto, a pesar de que hace sólo tres días el presidente de la Federación de Municipios y Provincias Andaluces y alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, también pidió públicamente un congreso . Desde la dirección regional se transmitió ayer que ha cambiado su posición.
El alineamiento del PSOE-A con Zapatero llega en un momento importante, justo cuando el presidente se sentía cuestionado por el órdago de Patxi López. Para que salga adelante la convocatoria de un congreso extraordinario se necesitan dos tercios de los votos del Comité Federal o la mitad de la Ejecutiva. El voto contrario de los socialistas andaluces no será definitivo, pero sí determinante.
El presidente de la Junta y líder del PSOE-A, José Antonio Griñán, apoyará la convocatoria de primarias, aunque ayer no se quiso pronunciar sobre quién es su favorito para sustituir a Zapatero. Algo más explícito fue el portavoz parlamentario de los socialistas, Mario Jiménez, quien abogó ayer por trabajar para que de las primarias salga una lista unánime y de consenso.
El pulso entre barones socialistas a cuenta del proceso de reestructuración del partido tiene una lectura paradójica: tanto los que defienden el congreso como los que abogan por las primarias sostienen argumentos comunes: el PSOE, dicen, no puede embarcarse en un periplo de búsqueda de la identidad política justo cuando la mayoría social le ha dado la espalda de forma contundente en las urnas, menos a diez meses para que expire la legislatura y con la sociedad sufriendo aún los arañazos de la crisis.
El objetivo es evitar la imagen de desunión tras la deblace electoral, una debacle que en Andalucía también provocó ayer voces discordantes en Cádiz y Málaga pidiendo responsabilidades en las direcciones provinciales. Y tampoco todos los secretarios provinciales han sido consultados sobre la postura del PSOE-A.
Arenas ya no pide adelanto. El presidente del PP-A, Javier Arenas, intentó explicar el miércoles por qué ahora prefiere elecciones separadas y no el adelanto electoral que ha exigido a Griñán en numerosas ocasiones. El mismo día en que Chaves dejó la Junta, Arenas pidió adelantar las elecciones alegando "la falta de legitimidad de Griñán"."Ha llegado la hora de llamar a los andaluces a las urnas y de celebrar unas elecciones anticipadas, para que sean ellos los que tengan la posibilidad de decidir", dijo entonces.
El miércoles negó haber "pedido nunca elecciones anticipadas". "Sería muy bueno adelantar las elecciones, pero no voy a pedirlo", dijo. Su posición ahora es mantener los comicios separados de las generales, aunque éstas se adelanten a octubre.
