El PSOE andaluz tiene claro que los recortes en sanidad y educación de las comunidades del PP van a ser el eje de su campaña electoral. El secretario de Comunicación del PSOE-A, Miguel Ángel Vázquez, corroboró ayer que "el silencio cómplice de Javier Arenas y Mariano Rajoy" ante lo que está sucediendo en comunidades como Madrid, Galicia o Castilla-La Mancha centrará el discurso de los socialistas andaluces hasta las próximas elecciones. Los socialistas han encontrado en este asunto un tema con el que morder por fin a su adversario político después de meses sin control de la agenda, en los que aparecían acorralados por asuntos como el escándalo de los Expedientes de Regulación de Empleo, ahogados por la crisis y la alta tasa de paro y con las encuestas situando por vez primera al PP andaluz con mayoría absoluta.
Tras el mazazo de las elecciones municipales, cuando los populares confirmaron en votos el hundimiento del PSOE, el partido de José Antonio Griñán ha encontrado por fin en este asunto algo de oxígeno y la confirmación, según coinciden varios miebros de su ejecutiva, de que no hacer coincidir las elecciones andaluzas de marzo con las generales de noviembre servirá para ganar tiempo y que el PP "destape" sus políticas.
Pese al filón que los socialistas creen haber encontrado con este asunto, los populares no van a rectificar ni un ápice su estrategia. Lejos de desmarcarse de los recortes de Esperanza Aguirre o María Dolores de Cospedal, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, dejó constancia ayer de que está en el contraataque: "Los únicos recortes que defiende el PP son el del paro, el fracaso escolar y los abusos en Andalucía". En Andalucía, denunció, se vive "una etapa de recortes sociales" porque "faltan profesores" y es "la última comunidad en inversión por alumno".
