Tamayo y Toscano. La comparación entre el tránsfuga que cedió en 2003 la presidencia de la Comunidad de Madrid a Esperanza Aguirre y el alcalde de Dos Hermanas, que con su dimisión en la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) ha aupado al PP, es del vicesecretario general del PSOE andaluz, Mario Jiménez. El número dos de los socialistas compareció ayer en rueda de prensa tras la ejecutiva regional de los lunes y no obvió las sacudidas internas que está viviendo el PSOE andaluz en los últimos días. Fue especialmente duro con el alcalde de Dos Hermanas, que la pasada semana y tras anunciar su partido que iba a ser relevado al frente de la FAMP por Fernando Rodríguez Villalobos, presidente de la Diputación de Sevilla, dio un portazo y anunció su dimisión.
Toscano se alineó en el último congreso regional con el sector crítico frente a José Antonio Griñán y esto le ha pasado factura, pese a que es uno de los alcaldes más relevantes que tiene el PSOE. Su salida del órgano municipal ha entregado la presidencia a la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz. El PP había anunciado hace un mes que dejaba la federación de alcaldes tras un año y medio de bronca con los socialistas por el control de la institución municipal. Con un pie ya fuera, Muñoz asumió la presidencia y PSOE, IU y PA se temen que maniobre para frenar la renovación. Por eso han demandado ante notario que se agilice la convocatoria de la asamblea que debe alumbrar una nueva directiva.
El número dos del PSOE andaluz aseguró que la actitud de Toscano le retrata y aseguró que su partido no descarta abrir un expediente disciplinario al regidor, aunque ese asunto aseguró ni es prioritario ni está aún sobre la mesa. El aludido retó a que se le abra expediente y en clara referencia a Mario Jiménez, Toscano señaló que, en una sociedad con una alta tasa de paro entre una juventud muy preparada, "se da la paradoja de que hay algunos jóvenes que han llegado con mucha facilidad a responsabilidades políticas, educándose en una sociedad capitalista, con valores no democráticos, en donde la competitividad y el menosprecio a las personas que difieren de su forma de pensar se ha convertido en una forma de vida". "Estas personas, desgraciadamente, no se han educado en valores democráticos y cuando alguien opina de forma distinta a ellos, su reacción es la de descalificarlos y condenarlos", agregó en declaraciones a Europa Press. Toscano aludió a la policía franquista que alguna vez le juzgó y condenó sin implicar a jueces, pero "rodeándose de una apariencia de legalidad".
