El Estatuto de Autonomía de Andalucía, que recoge principios generales de la financiación autonómica pactados y aprobados por PSOE y PP, será propuesto por los socialistas andaluces como la llave de un acuerdo entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en esta materia.
Un consenso entre ambos dirigentes es fundamental para que la reforma del sistema salga adelante, admiten desde el PSOE. El Estatuto andaluz defiende que la población sea la piedra angular que defina el reparto del dinero del Estado entre las autonomías, propone avanzar hacia una mayor corresponsabilidad fiscal y llenar la cesta autonómica de impuestos. Además apunta a la solidaridad entre territorios como un principio ineludible y deja claro que el sistema se definirá de forma multilateral, es decir entre todas las autonomías y el Gobierno. Un compendio pensado en su día como freno a las aspiraciones que Cataluña fijó en su Estatuto y una carta que los socialistas andaluces utilizarán ahora para eso mismo. Con un plus: es el único documento reciente sobre financiación que suscitó el acuerdo de PSOE y PP.
Caben todos. "Puede venir bien como principio base al conjunto de las comunidades", defiende el PSOE andaluz. Claro que Cataluña no pensará lo mismo. "El andaluz es un modelo donde caben todas las autonomías aunque después cada una presente sus propuestas concretas", alegan socialistas andaluces. Por eso el PSOE-A, según su secretario de Organización, Luis Pizarro, defenderá el Estatuto como punto de partida.
De las 17 comunidades que tienen que pactar el futuro modelo con el Gobierno de la Nación, un total de ocho están gobernadas por el PP. Sin ellas es muy complicado consumar una reforma que el ministro de Economía, Pedro Solbes, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quieren que goce de unanimidad. De hecho, la rebelión de las autonomías populares en la anterior legislatura bloqueó la negociación. Por eso la intención del PSOE, según fuentes de la dirección andaluza, es llegar a un pacto previo entre los máximos dirigentes nacionales que podría basarse en el Estatuto andaluz. Los socialistas andaluces, que han tendido la mano al Partido Popular andaluz con Javier Arenas al frente para consensuar el modelo por el que peleará Andalucía, tienen muy claro que si no existe un acuerdo nacional no cabrá un pacto andaluz por lo que plantean situar en paralelo estas dos negociaciones.
Asuntos clave. Las tensiones entre las comunidades autónomas han comenzado a aflorar casi el día después de las elecciones del 9 de marzo y en plena resaca electoral. El escenario es claro: si hay dos asuntos que traerán de cabeza a Zapatero en la actual legislatura uno es el contexto de crisis económica y otro la reforma del modelo de financiación. El Partido Socialista de Cataluña (PSC) ha sido el primero en reabrir este debate y empujar para llevar a su terreno la futura negociación del modelo de financiación. Avalados por unos buenos resultados en las elecciones generales, los catalanes han sacado pecho. La guerra no es nueva y el reparto del dinero del Estado entre las autonomías desata siempre una intensa tormenta política. De fondo, está la cuestión de la solidaridad entre regiones. Si los socialistas no son capaces de llevar este asunto sin grandes escándalos ellos mismos son conscientes de que abrirán un filón para el PP, que ya pescó con éxito en estas aguas en la pasada legislatura con el Estatut de Cataluña como argumento clave.
Ahora de nuevo el Estatut, que está recurrido ante el Tribunal Constitucional y pendiente de sentencia, puede marcar el paso. Los socialistas andaluces aseguran no estar sorprendidos por los tirones del PSC pero le reprochan que no hayan dejado "ni respirar un poco al Gobierno". "Cuando lleguemos al debate después del verano vamos a estar ya agotados", asegura un dirigente del PSOE andaluz que recuerda que corresponde a Zapatero tomar las riendas y fijar los plazos para la reforma. Los socialistas andaluces se inclinan por no abrir el melón de la financiación hasta después de verano. Quizás entonces el Constitucional ya haya fallado sobre el Estatut, admiten.
Malestar. El malestar del PSOE andaluz aflora rápido. Pero las prisas del Gobierno de Cataluña están avaladas por su Estatuto, que concreta que el 9 de agosto deben estar listos los nuevos mecanismos financieros que fija el texto: el consorcio entre Cataluña y la Agencia Tributaria estatal y la revisión de las fórmulas de solidaridad. Por eso el Ejecutivo catalán ha pedido ya una reunión de la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales, un órgano bilateral donde se sienta la Generalitat y el Gobierno, para comenzar a debatir. De nuevo los Estatutos, que condicionan la financiación, serán el avispero de Zapatero.
