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El PSOE afronta el barbecho

Griñán ya anunció a los candidatos a las municipales que lo serían para ocho años, ganaran o perdieran.

el 24 may 2011 / 22:37 h.

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Juan Espadas y José Antonio Viera, ayer en la reunión de la comisión ejecutiva provincial.

El duro varapalo que ha recibido el PSOE en las urnas , con la pérdida del 20% de los votos en los que se apoyó durante este mandato, lo aboca a cuatro años de estricto barbecho, ya que el trabajo de oposición se plantea muy duro frente a un Gobierno del PP que no va a necesitar para nada a los bancos del contrario . Tan dura es esta labor que no todos la soportan y abundan los cabezas de lista que, después de perder, no aguantan permanecer los cuatro años en la oposición.

Ese futuro comenzó a dibujarse ayer en la comisión ejecutiva provincial, que reunió a sus 62 miembros, el candidato Juan Espadas incluido, ante un escenario que tiene "preocupados" a los socialistas. En la comisión se admitió que se han adoptado "decisiones no correctas" y "ejecutadas a destiempo", si bien se insistió en el peso que la crisis económica ha tenido en las urnas. Aun así, la ejecutiva aprobó iniciar políticas de participación más activas y un mayor acercamiento a la ciudadanía. El secretario provincial, José Antonio Viera, se reunirá además con los responsables de las agrupaciones de Sevilla capital y convocará un comité provincial para valorar los resultados de las elecciones.

Los miembros de la comisión ejecutiva admitieron que han sufrido "un palo importante", aunque confían en dar la vuelta en cuatro años a los resultados electorales, con los que han "salvado los muebles en la provincia, pero con unos datos en la capital que lo nublan todo".

El PSOE mantiene que Espadas apechugará con ellos y, a partir de mañana, cuando se abordará la coordinación de una estrategia común entre el partido y el grupo municipal, se pondrá al frente de una oposición "constructiva". Por ahora no se han planteado renuncias en sus filas, aunque cabrían; sobre todo de los independientes, a los que les suele costar quedarse en la oposición si pueden regresar a sus anteriores ocupaciones.

Espadas, en esta ocasión, tiene más motivos para quedarse ya que debe responder al compromiso adquirido con el secretario general de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán , quien ya anunció que los candidatos los serían para ocho años.
Tendrá, por lo tanto, la oportunidad que en su día aprovecharon Alejandro Rojas Marcos, Soledad Becerril y Juan Ignacio Zoido , los tres candidatos que después de pasar cuatro años en la oposición consiguieron ser alcaldes de Sevilla.

Rojas Marcos encabezó las listas del PA en las municipales de 1987 y perdió frente al socialista Manuel del Valle, el único alcalde de la democracia que ha gobernado en minoría. En 1991, sustituido Del Valle por Luis Yáñez como candidato del PSOE, Rojas Marcos logró ser alcalde tras un pacto con el PP de Soledad Becerril, quien optaba por segunda vez a la Alcaldía. Ella perdió, pero en 1995 fue la más votada y reeditó el pacto con el PA, esta vez ya como alcaldesa.

La racha de candidatos pacientes que logran gobernar a la segunda se rompió en 1999, y no con una derrota en las municipales. José Rodríguez de la Borbolla vivió el caso más sangrante, porque le habría correspondido volver a intentarlo tras comerse sus cuatro años en la oposición -perdió por menos de 7.000 votos frente a Becerril-, pero el PSOE lo tumbó en unas primarias sustituyéndolo por Alfredo Sánchez Monteseirín .
Monteseirín ganó sin haber chupado banquillo antes y lo hizo, irónicamente, con una estrategia similar a la de Zoido: se volcó en los barrios, aunque sólo unos meses, no cuatro años como el candidato del PP.

Zoido ha sido el tercero en ganarse la Alcaldía desde la oposición: ganó en 2007, pero no pudo gobernar por el pacto PSOE-IU. Dijo que aguantaría y, desde entonces se pateó la ciudad barrio a barrio como si se tratara de una campaña electoral permanente.
Es más habitual lo contrario: que el perdedor tire la toalla pasado un tiempo, en algunos casos relámpago: el cabeza de lista del PA en 2003, José Núñez, renunció a los tres días de las elecciones, sin haber tomado siquiera posesión de su acta de concejal. Su sucesora al frente del grupo municipal, Paola Vivancos, se marchó a los dos años por discrepancias con su partido.

En 2000, la que abandonó el Consistorio fue Soledad Becerril, que tras ser alcaldesa y ganar los comicios de 1999, vio cómo el pacto PSOE-PA le arrebataba la Alcaldía, y un año después de los comicios se marchó.
Lo mismo hizo el socialista Luis Yáñez, que perdió las municipales de 1991 y ese mismo año dejó el Ayuntamiento.

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