Los grupos municipales de PSOE e IU mantuvieron ayer su reunión semanal ordinaria. Oficialmente, no hubo referencia alguna a la situación generada por la participación de Carlos Vázquez en un piquete en la huelga general. El grupo socialista, el Gobierno local y hasta el candidato del PSOE, Juan Espadas, se esfuerzan públicamente por dar por zanjada la polémica. Pero el conflicto sigue latente. Un sector de los socialistas no oculta su malestar por el desenlace de los hechos, no sólo por la continuidad de Vázquez, sino por la ausencia de una disculpa o de un gesto de la federación que rebaje la tensión con los empresarios y que sirva al PSOE para afrontar el Pleno del próximo viernes. Y así se ha trasladado a la federación.
Los socialistas no saben cómo encarar la moción registrada el miércoles por el PP sobre Carlos Vázquez, sobre todo después de que su candidato haya pedido a Vázquez que se disculpe; de que haya concejales que públicamente hayan solicitado la salida del delegado de Economía, y de que la patronal haya convertido la actuación del edil en la huelga en bandera contra el Gobierno local, y no sólo contra IU.
Los populares plantean en esa moción, por un lado, una condena de la actuación del piquete en el que participó Carlos Vázquez en unos términos similares a los que expresan en público y en privado los dirigentes socialistas. Por otro, el cese de Vázquez “y de todos los cargos públicos” que participaron en el piquete. El mismo texto que se ha presentado sin éxito en Sevilla Global, sólo que allí no se llegó a votar; o en algunos distritos, aunque con una repercusión pública limitada. Pero en el Pleno un voto a favor implicaría prácticamente la ruptura del pacto de gobierno; una abstención sería un triunfo de la oposición; y un voto en contra reforzaría la imagen de un PSOE controlado por IU y lejano a su electorado moderado a la que tanto recurre el PP.
El alcalde ha frenado de momento cualquier planteamiento de destitución porque derivaría en la ruptura del pacto, no porque lo justifique. Su postura la reflejaron la portavoz del gobierno, Nieves Hernández, y el portavoz socialista, Alberto Moriña: lo ocurrido y sus consecuencias son responsabilidad de IU.
Pero Carlos Vázquez no sólo es el delegado de Economía y Empleo, es el secretario político del PCA en Sevilla. Pocos gestos tienen cabida en los planteamientos de la federación: IU defiende su actuación en la huelga y la exhibe con orgullo y ya se ha desmarcado y condenado cualquier acto violento. A partir de ahí poco margen ahí para alterar una línea de actuación que además sirve a la federación para afianzar a su electorado.
