El PSOE andaluz coge el timón del partido

Susana Díaz destaca que ha salido una ejecutiva «potente» donde la región aporta «empuje» y experiencia. Micaela Navarro niega que el secretario general, Pedro Sánchez, vaya a estar tutelado desde Andalucía.

ejecutivaAndalucía se ha hecho fuerte en la nueva ejecutiva federal del PSOE, que se aprobó ayer con el 86,19 por ciento de los votos del congreso extraordinario. De los 38 miembros, ocho son andaluces –dos más que en la anterior dirección–, entre ellos se encuentran la presidenta del partido, Micaela Navarro, y el número tres de la formación, el secretario de Política Federal, Antonio Pradas. Además, estarán acompañados por la secretaria general del PSOE-A y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que se pondrá al frente de los barones autonómicos al dirigir el nuevo consejo federal, el hasta ahora consejo territorial, en sustitución del asturiano Javier Fernández, que finalmente, y tras mostrar su disconformidad por ser relevado por Díaz, liderará el nuevo consejo para la Transición Industrial y Energética. Con esta alta representación en los órganos de dirección del partido nadie duda de que los socialistas andaluces y la presidenta de la Junta mandarán y mucho. Un poder que Díaz y los suyos se lo han ganado tras apoyar en las primarias a su nuevo secretario general, Pedro Sánchez, frente a sus rivales Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. Andalucía es una de las federaciones más importantes, donde el 61 por ciento de los militantes que acudieron a las urnas el 13 de julio dieron el voto a Sánchez. Ahora éste ha premiado su inestimable apoyo con esta alta cuota de representación en la ejecutiva federal. Una recompensa que ha sido muy bien acogida por los andaluces. La presidenta de la Junta aseguró ayer que ha salido una dirección «potente» en la que Andalucía aporta «lo mejor» del sur, el talento, la capacidad, el compromiso, la experiencia, «su empuje» y la entrega al servicio del secretario general. Indicó que la nueva ejecutiva no tiene tiempo que perder y aseguró que el PSOE de Andalucía se va a volcar en ayudar para que todo lo que se realice sea bueno no sólo para los socialistas, sino para el conjunto de los españoles. En este sentido, arengó a sus compañeros de formación para trabajar con fuerza porque el PSOE tiene la «oportunidad de hacer historia» en la nueva etapa de Sánchez, porque este partido ha demostrado que «sabe, quiere y puede hacer cambiar España». Mucho más elocuente estuvo Pradas, quien no dudó en admitir que Andalucía queda «muy bien representada» en el PSOE a nivel nacional, donde, a su juicio, se ha visto «integración». Remarcó que era de «esperar» la importante presencia andaluza en los órganos de dirección del partido por ser la federación más importantes de España y aseguró que los socialistas andaluces se encuentran «como en casa» en la ejecutiva. En referencia al poder andaluz aclaró que «somos todos el mismo partido y seguimos todos al mismo liderazgo», que representa Pedro Sánchez. Por ello indicó que, a partir de ahora, todos los socialistas tienen que remar en la misma dirección, que es sacar a este país de la «ruina» a la que lo ha llevado el Partido Popular. «Ése tiene que ser nuestro empeño en los próximos meses y años», apuntó. Por su parte, la nueva presidenta del PSOE negó que la presencia andaluza en Ferraz –sede del partido en Madrid– signifique que vaya a «haber tutelajes» desde Andalucía y pidió dos semana de gracia para dejar que Sánchez y su equipo empiecen a trabajar. «Pediría que esperemos quince días para que nos demos cuenta de que tenemos un secretario general que va a ejercer como tal», señaló.  Y, al igual que Pradas, dijo que la importante presencia de la federación andaluza en la ejecutiva se debe a que ésta es «muy amplia» y «muy potente». Admitió que formar un equipo de trabajo «no es fácil», pero aseguró que había un consenso en torno a que debía ser Pedro Sánchez el que «decidiera» con qué personas contar.

  • 1