I.M. / C. R.
La del agua es la primera gran ley que los socialistas quieren aprobar este curso. Se discutirá este mes, avanzó Griñán, quien apostó porque se apruebe con consenso aunque cuenta con el rechazo de regantes, agricultores, ecologistas, PP e IU. El PSOE pidió "tranquilidad" al sector y aseguró que aceptará cambios en el Parlamento.
"Una ley tan importante necesita el máximo consenso". Lo aseguró ayer el secretario de Organización del partido, Rafael Velasco, al término de la reunión de la dirección socialista que marcó las prioridades del curso. "La ley no se agota con la aprobación del Gobierno, queda el trámite de enmiendas en el Parlamento", precisó el tres socialista, quien pidió "tranquilidad" a los sectores porque van "a seguir consensuado la ley". Tanto el Gobierno andaluz como los socialistas suavizaron su tono después de que la gran patronal agraria, Asaja, presentara un informe del catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo que desvela graves carencias jurídicas del texto y alerta de su posible inconstitucionalidad.
Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente precisaron que la norma "ya poco tiene que ver con el borrador analizado por Asaja", por lo que "su lectura es incorrecta". El texto contempla ahora las alegaciones y apreciaciones del Consejo Consultivo. Insistieron en que "en breve" todas las partes podrán ver que la ley "ha mejorado notablemente", aunque no confirmaron si entre los modificados se encuentran los artículos censurados. "El cambio ha sido global", insistieron. "Queremos que haya un texto de consenso y por eso estamos dispuestos a hablar en todos los interlocutores en los diversos trámites que quedan por andar, seguro que la ley incorporará propuestas de los agentes sociales e implicados, dentro de un orden", agregó la Consejería.
Griñán apuesta desde su investidura por un pacto en la ley de aguas que hasta ahora la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, no ha logrado. Es una norma crucial que el PP repudia porque conllevará, dicen, un incremento de las tasas, algo "letal" en crisis. Ayer el líder popular, Javier Arenas, exigió que se replantee este texto y el de vivienda, que han cosechado en la Cámara el rechazo de PP e IU.
El PSOE lamentó que los populares se opongan "a todo" y especialmente criticaron su no a la ley de vivienda, recogida en el Estatuto. Los socialistas volvieron a ofrecer consenso en otras leyes clave, las de los ayuntamientos, prometidas para 2010. "Es impresentable que Arenas manipule a sus alcaldes y los utilice en su confrontación contra la Junta", dijo Velasco, seguro de que el PP pondrá "excusas" para no pactar.
