Rubalcaba pidió a los socialistas de base que no dejen que "manchen" el nombre de Chaves, sometido al acoso del PP por la labor de su hijo como mediador y comisionista de empresas que contrataban con la Junta cuando su padre era el presidente. El también ministro del Interior afirmó que es "de justicia" defender a las personas "honradas" frente a las "calumnias" y agradeció a Griñán que así lo haya hecho en el Parlamento andaluz.
En Ferraz son conscientes de que las relaciones entre Griñán y su antecesor no son las que eran desde que el primero se saltara el guión de la sucesión al exigir un congreso extraordinario para asumir la secretaría general del partido en Andalucía. En el aparato y en las sucesivas remodelaciones del Gobierno, Griñán se ha ido deshaciendo del núcleo duro de Chaves. El último en salir fue su mano derecha en el PSOE-A, Luis Pizarro, que dimitió de forma sorprendente como consejero de Gobernación y Justicia. La primera defensa férrea que Griñán hizo de Chaves en el Parlamento vino después de que, en un acto en Cádiz, un Pizarro ya dimitido declarara que para él Chaves es el presidente de la Junta en su presencia. La declaración desató una polémica en San Vicente que Griñán taponó en el Parlamento afirmando coincidir con Pizarro y provocando la foto de un reencuentro con éste tras días de tensiones internas.
Ayer en el acto de Sevilla, Griñán repitió los argumentos de entonces para loar la herencia de Chaves y arremeter contra la estrategia del PP basada en el "odio y rencor" hacia su figura. El presidente de la Junta aseguró que cualquier político "que lleve su mochila cargada de convicciones democráticas debería honrar y reconocer a Manuel Chaves, quien no lo haga será juzgado por la historia". Griñán arremetió contra el líder del PP andaluz, Javier Arenas, por llevar "17 años de su vida persiguiendo a Manuel Chaves" y recordó que "es el único presidente que ha ganado siempre" y por ello gobernó la comunidad durante 19 en los que ha "transformado Andalucía".
Esta vez, Chaves no estaba en primera fila para escuchar estos elogios, como ocurrió con Pizarro en Cádiz. Pero el ministro de Política Territorial también estuvo ayer en Andalucía, concretamente en Dúrcal (Granada) en la presentación de los candidatos de la comarca del Valle de Lecrín. Desde allí arremetió contra el PP porque "hay una extrema derecha ubicada dentro de él que cada vez le arrastra más en sus planteamientos" y por tener "un auténtico ataque de ansiedad por llegar al poder como sea y al precio que sea", tras criticar su falta de propuesta contra la crisis y su deslealtad en la lucha contra el terrorismo.
En cuanto a la próxima cita con las urnas, el 22 de mayo, tanto Griñán como Chaves llamaron a la masiva participación y a la movilización de las bases socialistas. El presidente de la Junta criticó que "la estrategia del PP no consiste en otra cosa que en disuadir para que los ciudadanos no acudan a las urnas", por lo que instó a sus compañeros de partido a no caer en las "trampas" del PP, cuya única posibilidad de victoria es "conseguir que nosotros perdamos". Para Griñán, es preferible que el PSOE pierda unas elecciones a renunciar a sus principios. "No podemos perder una gota de ánimo ni cambiar nuestra manera de ser", alertó.
Mientras, el PP-A no cedió ni un ápice en su ofensiva contra Chaves. En un acto de Nuevas Generaciones en Benalmádena (Málaga), Arenas le acusó de ser "el rey de los abusos". "Se cree que el poder es suyo porque ha ganado varias veces las elecciones y que puede hacer lo que le dé la gana", añadió, tras reiterar sus promesas electorales de limitar los mandatos a ocho años y de prohibir que los familiares de altos cargos de la Junta tengan contratos con la administración sin que un concurso público.