Los dirigentes nacionales del PP han estado tres días en Sevilla repitiendo machaconamente que Javier Arenas será el próximo presidente de la Junta. La expectativa es máxima. Nunca antes las condiciones han sido tan favorables para que el PP gane: 1,2 millones de parados, el desgaste de 30 años de poder socialista y un escándalo de corrupción que salpica al Gobierno andaluz. Todas las encuestas dan vencedor a Arenas, pero aún quedan cuatro semanas hasta las autonómicas y en el PSOE-A están convencidos de que van a "remontar". "Vamos a dar la vuelta al resultado de las generales", vaticinó ayer la secretaria de Organización, Susana Díaz. Se apoyan en que la "gente ya sabe lo que le espera" y en que el PP es un "fraude electoral" porque cuando gobierna hace lo contrario de lo que prometió. La subida de impuestos y la reforma laboral serán las principales armas de los socialistas en campaña.
En el congreso del PP nada estaba en juego. La unidad en torno a Mariano Rajoy fue total porque el partido nunca ha atesorado tanto poder institucional. Se pensó y se utilizó de plataforma para apuntalar a Arenas el 25-M. Nada que ver con el cónclave que el PSOE celebró dos semanas antes, que se "dedicó exclusivamente a hablar de los nombres y apellidos de sus dirigentes", lamentó ayer el líder del PP andaluz. El PSOE-A cree que las tensiones por ver quién controlaba las riendas del partido y las pugnas a la hora de elaborar las listas al Parlamento "les enriquece" y "nunca" les debilita ante las urnas. De hecho, Díaz aseguró que su partido ganará contra todo pronóstico el 25 de marzo. La distancia con las generales de noviembre demostrará, a su juicio, que votar al PP fue un "fiasco" porque al llegar a La Moncloa han lanzado el "impuestazo y una reforma laboral que maltrata a los trabajadores". "El PP ganó a lomos del paro. Somos el único seguro frente al fraude y a la inseguridad", añadió.
Susana Díaz se empleó a fondo contra Arenas, al que calificó como "el gran perdedor de un congreso de moqueta y despacho". Sostuvo que el PP cree que su candidato va a perder las autonómicas y que por eso Rajoy lo ha mantenido en la dirección de Génova, para que tenga "un refugio en Madrid". De la cita en Sevilla Arenas ascendió a número tres de la cúpula del PP y, a efectos prácticos, ganará poder porque desde la Vicesecretaría Territorial deberá coordinar a las autonomías y municipios en manos de los populares. Ayer presentó en el Senado un escrito para precisar que en 2011 ingresó 31.629 euros netos por su cargo en el PP. El pasado verano renunció a seguir cobrando los gastos de representación del partido (más de 54.000 euros).
El PP andaluz todavía está exultante por el resultado del congreso y destacó la importancia de que Arenas se encargue de la Política Autonómica y Local. El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, aseguró que su partido ha salido "más reforzado" y agradeció el "compromiso inigualable" de Rajoy con Andalucía de cara al 25 de marzo. Arenas insistió en que si vence en las elecciones, gobernará "sin resentimientos, sin rencor y sin revanchas". "Me interesa el futuro, la concordia del futuro, y si en el pasado hubo enfrentamientos, solo quiero pensar en ellos para que jamás se vuelvan a repetir", subrayó. En su opinión, el congreso de Sevilla ha dejado un partido "cohesionado, sólido y con el único objetivo de ganarle a la crisis y al paro" y ha abordado propuestas "muy serias".
