Desde 1979, las elecciones generales han ido cambiando gobiernos y concediendo mayorías absolutas y simples. Pero fueran cuales fueran los resultados, en todos los comicios había un lugar común: los socialistas eran la fuerza más votada, con una distancia mínima de 100.000 votos, en la provincia de Sevilla; y eran el partido con más apoyos en todas las grandes ciudades, incluida la capital. Pero la tendencia sólo se mantuvo ayer parcialmente. El vuelco del mapa político nacional, y especialmente en el escenario autonómico, se llevó por delante a la capital y a punto estuvo de hacer lo propio con municipios como Alcalá de Guadaíra o Dos Hermanas, en los que se rozó el empate. Finalmente, de una distancia de 26,6 puntos entre socialistas y populares en 2008 se pasó a sólo tres puntos, de casi 300.000 votos a apenas 33.000. El reparto de diputados dejó al PSOE con seis –dos menos– al PP con cinco –uno más– y a IU con un escaño de nuevo después de ocho años. La provincia es ahora, más que nunca, un bastión de los socialistas. Pese a la enorme pérdida de votos es junto con Barcelona, donde el PSC se impuso a CiU, la única circunscripción en la que los socialistas fueron la formación más votada.Un reducto rojo en el extenso mapa azul.
Aún así, el PSOE ha perdido en cuatro años unos 185.000 votos, alcanzó su cifra más baja de apoyos desde 1989, con 441.000 sufragios –un tercio menos– y bajó de la barrera de los siete diputados por primera vez. Sólo el amplio colchón con el que contaban los socialistas les permitió impedir que a la debacle nacional se sumara también la de la provincia. En paralelo, el PP ha crecido hasta alcanzar sus registros más altos. Desbordó con creces su techo situado en 339.000 votos y llegó a los 409.000 sufragios. IU, como en el resto del país, logró aprovechar a su favor la sangría de votos socialistas y recuperó el diputado por Sevilla que perdió hace ocho años al conseguir más de 90.000 votos, 30.000 más que hace cuatro años. Aún así, vio como UPyD, que ha captado 45.000 sufragios más principalmente provenientes del PSOE, le arrebataba el papel de tercera fuerza en Sevilla y en municipios como Utrera. Dada la participación del 71.14%, sólo un punto menos que en 2008, en juego estuvieron un millón de votos, unos 30.000 votos menos que en 2008.
Como viene ocurriendo en los últimos años, la caída del PSOE y el crecimiento del PP tienen como escenario principal las grandes ciudades. Y especialmente la capital, con una participación del 71,11%, dos puntos menos que en 2008. Por primera vez el PP logró imponerse en Sevilla con una amplia distancia con los socialistas. Había pasado en comicios municipales, pero nunca en unas generales. Pero este vuelco se debió más a la sangría de votos socialistas que a un crecimiento de apoyos al PP. Los populares tocaron techo en las municipales, con 166.040 votos, y ahora se han quedado casi en esa cifra, 169.938 votos, pese a que la participación es superior. El PSOE, por su parte, rebasó las cifras de Juan Espadas y se situó por encima del suelo de 99.168 votos con casi 140.000 sufragios pero ni se acercó a los datos de las elecciones de 2008, cuando logró 209.515 apoyos.
El PP logró imponerse en siete de los distritos y creció en todos, pero en realidad sólo consiguieron 15.000 sufragios más que entonces, unos 3.000 de estos en Este-Alcosa-Torreblanca. Pese a esto, este distrito fue uno de los cuatro en los que lograron vencer los socialistas, junto a Cerro-Amate, Macarena y Norte. En algunos casos con ventajas incluso superiores a los 25 puntos, el mismo índice que había en toda la provincia hace sólo cuatro años. Pero la distancia fue en cualquier caso muy inferior a la de procesos electorales anteriores, mientras que en los distritos en los que se impuso el PP se agrandó la brecha. Es el caso de Triana donde el PSOE perdió 5.000 votos, y casi 14 puntos. O Los Remedios, donde la presencia del PSOE es ya casi testimonial al perder la mitad de los 2.900 votos que tenía, siete puntos menos. Capítulo aparte merece SanPablo-Santa Justa, que tras los dos comicios de este año ha dejado ya de ser un granero de sufragios socialistas para ser un distrito de voto mayoritario al PP, con un PSOE que sigue perdiendo apoyos. Esta vez han sido 7.000 y quince puntos, que han ido principalmente a IU y UPyD.
En cualquier caso, más que un trasvase directo a los populares, los socialistas se desangraron en la capital cediendo su voto a otras formaciones. IU, sin la presión del voto útil sobre su electorado recuperó 9.000 votos y UPyD experimentó la mayor subida, de más de 19.000 sufragios, hasta llegar a convertirse en la tercera fuerza más votada. Sólo su falta de peso en los municipios de la provincia le impidió competir con la federación de izquierdas por uno de los diputados que dejó el PSOE aunque consiguió rebasar el 5% mínimo. Finalmente, recayó en el secretario general del PCE José Luis Centella que, con más de 80.000 sufragios, puso su granito de arena para el segundo gran triunfador de la noche: el de IU. El PA afianzó su travesía en el desierto al quedar muy lejos del 5% mínimo en la provincia y las nuevas siglas de Equo se quedaron en 11.000 votos, también muy lejos del mínimo, 6.000 en la capital. IU tuvo que disputar su acta de diputado con el PP casi hasta última hora. Pero finalmente se aferró a él.
El PSOE mantuvo así su mayoría de representación por la circunscripción de Sevilla en las últimas elecciones con Alfonso Guerra como candidato, y superó a la lista encabezada por Cristóbal Montoro, que inició la campaña con el objetivo de dar un vuelco histórico. En medio del demoledor resultado autonómico y nacional, el PSOE defendió ayer el resultado de Sevilla casi como un éxito. “Nos llena de satisfacción ganar por undécima vez las elecciones en Sevilla. Es probable que obtengamos el mejor resultado de votos de todas las circunscripciones”, explicó Alfonso Guerra. Mientras, José Luis Centella también planteó como un gran logro que IU tenga “voz” por Sevilla en el Congreso después de ocho años, el PP se centró en una valoración global. Aunque Sevilla se resista a los populares, los datos en el resto de la comunidad, le sitúan ven cada vez más cerca de llegar a la Junta en marzo.
