La bronca sobre la solvencia andaluza continúa un día después de la infructuosa reunión entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y los consejeros andaluces Carmen Martínez Aguayo y Antonio Ávila. El portavoz parlamentario socialista, Mario Jiménez, criticó ayer "la actitud chulesca" de Montoro y que haya "antepuesto al interés general de Andalucía, los intereses electoralistas" del presidente del PP-A, Javier Arenas, al que tildó de "candidato débil". Jiménez dijo que los dos consejeros fueron a la reunión para "mostrar la colaboración responsable de Andalucía para reactivar la economía española y combatir el desempleo" y que el ministro "le dio una bofetada en la cara de Arenas reconociendo que las cuentas públicas andaluzas están en una situación de absoluta estabilidad".
El secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, retó al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, a que antes de que comience la campaña electoral aclare la cifra de déficit andaluz de 2011. Sanz consideró "necesario" que Griñán "no oculte la verdad" sobre este dato, como, en su opinión, hicieron el miércoles los consejeros andaluces. "¿Cómo puede ser que la consejera de Hacienda dijera que el déficit estaría en torno al 3% y que luego asegurara que desconocía los datos", se preguntó Sanz, quien consideró que si Aguayo desconoce estos datos debe "irse a su casa".
"facturas sin pagar". Por su parte, el presidente del PP-A, Javier Arenas, acusó a la Junta de ser "una gran morosa" y de tener los cajones "llenos de facturas sin pagar" y se comprometió, en una entrevista en Radio Nacional, a que si se convierte en el próximo presidente andaluz explicará a los andaluces "con todas las consecuencias" la situación económica reciba por parte del gobierno anterior.
Desde el Gobierno, la delegada en Andalucía, Carmen Crespo, reiteró que la Junta "no cumple" con el déficit e insistió en que lo que el Gobierno central le pide es "compromiso" y "trabajo".
